Según las informaciones chinas, el coronavirus nació en un mercado de Wuhan en diciembre de 2019 momento en el que el virus mutó por zoonosis y pasó de un (supuesto) murciélago al cuerpo humano. En cuanto se detectó, Wuhan se sometió a un fuerte confinamiento, que ha durado, al menos, dos meses y que consiguió contener el virus en la ciudad original durante un tiempo.
Sin embargo, es extraño que, por esas mismas fechas, ahora se haya encontrado un antiguo PCR de un paciente francés que también ha dado positivo en coronavirus, pues, presuntamente, en dicho mes todavía no se había extendido el virus por Europa, pues era un problema tanto ajeno como lejano.
Cuatro meses después y, después de que el COVID-19 haya puesto en jaque, tanto sanitaria como económicamente, al mundo entero, Francia ha hecho un inquietante descubrimiento. Sus profesionales han vuelto a analizar una prueba PCR que se le hizo a un paciente que ingresó en un hospital el pasado 27 de diciembre de 2019 y que fue diagnosticado con neumonía. Con la información que se tiene actualmente, este PCR ha confirmado el coronavirus que, por lo tanto, podría haber estado circulando por la Unión Europea mucho antes de que el virus llegara al norte de Italia.
Ya que el positivo es un hecho, lo que se preguntan las autoridades francesas es cómo pudo contagiarse este paciente, que no había viajado ni a Wuhan, ni a China, ni a ningún otro país extranjero. La única explicación que se tiene es que, su mujer, que no presentó ningún síntoma (sus hijos sí se pudieron enfermos) podría haberse contagiado asintomáticamente en la pescadería en la que trabaja, pues tenía una gran variedad de clientes de origen chino.
Recordamos que, cuando el virus estalló en el país asiático, los chinos estaban a punto de celebrar su Año Nuevo y en plenas vacaciones de Navidad, por lo que los viajes al extranjero (que no fueron cancelados hasta mucho más tarde) se seguían produciendo con normalidad. De hecho, los que, hasta esta nueva noticia, se creía que eran los dos primeros contagiados que dieron positivo en Francia el pasado 24 de enero, eran dos turistas de nacionalidad china que habían estado en Wuhan.