El mayor enemigo esta navidad no es tanto el coronavirus como la falsa sensación de seguridad. Los expertos advierten del peligro de someterse a una prueba PCR antes de las reuniones familiares porque el resultado no lo conocemos al momento. Una persona puede no estar infectada, hacerse la prueba, salir del laboratorio y contagiarse.
Vicente Larraga, investigador del CSIC y uno de los mayores expertos en vacunas de España, hablaba en 'El Programa de Ana Rosa' de "amor práctico" y decía que la única forma de estar seguros de que no vamos a contagiar a la familia en las cenas de Navidad es autoconfinarse diez días antes al encuentro.
Para este experto no era suficiente la medida que exige una PCR negativa hecha 72 horas antes de la llegada a España de todos los pasajeros que vengan de países considerados de riesgo. Una exigencia que algunas comunidades autónomas -como Andalucía o Islas Baleares- también barajan implantar de cara a los movimientos nacionales que se puedan producir durante estas navidades.
La PCR no es garantía suficiente para saltarse todas las recomendaciones sanitarias: "Hay que tener en cuenta que los resultados de las PCR tardan días en conocerse. Tras hacernos la prueba podemos contagiarnos y luego tener un resultado negativo, dando la falsa seguridad", aclara el epidemiólogo Javier del Águila en Cadena Ser.
"En una cena familiar esto puede ser realmente problemático porque no tomaríamos medidas al pensar que somos negativos", explica el experto, que además recuerda que si la PCR se hace demasiado pronto, puede darse el caso de que dé negativo y a los días ya sea positivo.
Del Águila pone un ejemplo práctico: "Yo estoy sano y nada más salir de la PCR me encuentro con una persona en la calle y me paro a hablar con ella. Y resulta que esa persona me contagia porque era asintomática y no lo sabía. Tres días después voy a tener un resultado de PCR negativo, pero resulta que estoy contagiado".
Por lo tanto, este epidemiólogo, como otros muchos compañeros, también aconseja que, si se hace una PCR vaya acompañada de aislamiento estricto durante los días posteriores porque "se pueden contagiar en cualquier momento".
Algo más efectivo es el test de antígenos porque conocemos el resultado prácticamente en el instante, pero tienen otra gran pega: su alta tasa de falsos negativos, especialmente en personas que tienen coronavirus pero son asintomáticos.
"La probabilidad de que un test de antígenos de positivo en personas asintomáticas puede llegar a ser del 30 al 70% en el mejor de los casos", aclara Del Águila. Así, destarta también esta opción: "Nuevamente, el resultado negativo de esta prueba daría falsa seguridad y puede provocar un brote familiar muy peligroso".
Más allá de las recomendaciones y restricciones que finalmente decida adoptar el Consejo Interterritorial para estas navidades, y partiendo de la base de que no hay prueba suficiente para evadir al virus, se deben acatar diferentes limitaciones para controlarlo: la mascarilla, la distancia social, evitar los lugares cerrados o la ventilación, son clave.
"Si queréis que la cena sea más segura, tenéis que intentar estar menos de 6 o de 10 personas, tenéis que intentar llevar mascarilla o tenéis que intentar ventilar la habitación. Es decir, si puedes tener abierta la habitación un tiempo y tener el abrigo puesto en ese momento, pues mejor. Si podéis llevar la mascarilla todo el rato, también mejor", propone Del Águila.
Una vez asumimos que no hay riesgo cero y tenemos todos los mensajes y recomendaciones en la cabeza, entra la responsabilidad de cada uno para cumplir esas medidas: "Te toca llevar la mascarilla en la cena aunque sea incómodo, te toca intentar mantener la distancia con tu familia, intentar reducir los abrazos dentro de lo posible. Obviamente te toca", insiste el epidemiólogo.
La responsabilidad individual está íntimamente relacionada con el sentido común. En el caso de estas navidades, ese sentido común nos dice "que no van a ser normales, no nos vamos a poder juntar con toda la familia y que vamos a tener que hacer sacrificios", sentencia el experto, convencido de que "si confiamos en ese sentido común y si lo potenciamos dando herramientas, estamos consiguiendo un conjunto de medidas suficientes como para intentar hacer estas fechas más seguras".