Son muchas las variantes a tener en cuenta cuando analizamos una pandemia global como la del coronavirus, que hoy en día mantiene a nuestros país (junto a mucho otros) en una situación de cuarentena forzosa para prevenir el contagio. Desde el inicio de la crisis sanitaria ha habido lugares fuera y dentro de nuestras fronteras donde el patógeno ha actuado con más dureza pero, ¿a qué responde esta diferenciación?
Un estudio ambiental publicado por The Guardian señala el factor diferencial que puede disparar la peligrosidad del virus según el lugar donde se desarrolle. Así, los investigadores han señalado a la contaminación de forma directa como principal culpable del aumento de la mortalidad en determinadas zonas.
El estudio apunta a que solo un leve aumento de la contaminación en los años previos a la pandemia puede disparar la tasa de mortalidad en un 15%. La investigación, desarrollada en Estados Unidos, pone como ejemplo el caso de Manhattan, cuyo aire en el pasado (ligeramente más limpio que en la actualidad) podría haber significado un descenso significativo en el número de fatalidades.
De esta forma, los investigadores no dudan en señalar que aquellas personas que viven en áreas más contaminadas corren un riesgo mucho mayor de enfermar y poner en peligro su vida por el coronavirus que aquellos que viven en zonas de aire limpio. En efecto, diversas investigaciones a lo largo de los años ya han relacionado determinadas enfermedades respiratorias crónicas (un grave factor de riesgo en el coronavirus) con la contaminación de la grandes urbes.
Además, el estudio señala la necesidad de las áreas contaminadas de tomar medidas adicionales para frenar la epidemia, más allá de las restricciones de movimientos. Solo la cuarentena impuesta en determinados países está ayudando en gran medida a reducir los niveles de contaminación habituales, avivados de manera habitual por factores como la utilización de combustibles fósiles.
Pero los investigadores no lo dudan: la toma de medidas contra la contaminación puede ser determinante a la hora de combatir la enfermedad en el futuro. Xiao Wu, uno de los miembros del equipo, señala la alta probabilidad de que el coronavirus “sea parte de nuestras vidas durante bastante tiempo” y la incipiente necesidad de tomar “medidas adicionales para protegernos de la exposición a la contaminación para reducir el número de muertos por Covid-19”.