Un tribunal británico ha condenado a ocho meses de prisión a una mujer que dijo estar infectada por coronavirus en la boca y le deseó morir por esta enfermedad. Reino Unido tiene más de 55.000 infectados por un virus que ha llevado a la UCI a Boris Johnson, el primer ministro que empezó riéndose de la epidemia.
Lianne Mottershead fue detenida bajo los efectos del alcohol y otras sustancias el 6 de abril tras patear en los testículos a un agente de la Policía.
En el centro de detención de la ciudad de Bradford, en el condado de Yorkshire del Oeste, al que fue trasladada escupió a otro agente.
La saliva, ha explicado la Fiscalía de Reino Unido a través de un comunicado, alcanzó la mejilla y la boca del funcionario, al que deseó que muriera de coronavirus.
De acuerdo con el testimonio de la mujer de 30 años, los médicos le habían recomendado que guardara reposo y que no saliera de casa debido a los síntomas que ella les había descrito.
"Este comportamiento es tan desagradable como peligroso", ha señalado el fiscal jefe de la Fiscalía de Yorkshire y Humberside, Gerry Wareham, quien espera, ha dicho que Mottershead pase esos ocho meses en prisión "reflexionando sobre la absoluta estupidez de sus acciones".
Hasta el momento, Reino Unido ha confirmado 55.242 casos de contagio por Covid-19, entre ellos el del primer ministro Boris Johnson, quien permanece hospitalizado en cuidados intensivos, aunque su estado es estable, según el último parte médico. A su vez, han sido certificadas 6.159 muertes.
Imprudencias lamentables como la cometida por esta mujer han sucedido también en España. Esta semana la policía detuvo a un menor de edad por salir a pasear vestido de nazareno en un pueblo de Sevilla.
Hace unos días, la Guardia Civil detuvo a tres hombre que iban en un coche robado y que intentaron esquivar un control en la carretera N-340, a la altura de Barcelona durante el confinamiento.
El conductor no tenía carné y llevaban un hacha de grandes dimensiones.
Hace unos días, un juez de Reus envió a prisión un hombre que se saltó varias veces el confinamiento. El hombre entraba en las tiendas sin esperar su turno y no respetaba las normas de higiene ni distanciamiento, lo que provocó las denuncias reiterada de los vecinos.
Un vecino del madrileño barrio de Moratalaz fue detenido tras enfrentarse a la policía con dos catanas. El hombre que gritaba que estaba contagiado de coronavirus amenazó con las armas a los agentes y golpeó los coches patrullas hasta que lo agentes lograron reducirlo.