Pedro Sánchez ha anunciado en solitario la noticia más esperada tras casi un año usando mascarillas para prácticamente todo y después de ver cómo el resto de Europa la iba retirando en los últimos días. Lo ha hecho sin consenso con las Comunidades Autónomas que han visto cómo de nuevo una medida sanitaria se convierte en política. Aunque hay que tener cuidado porque la variante Delta preocupa. Ya es prevalente en el Reino Unido cuyas gráficas de contagios continúan una tendencia alcista imparable en los últimos días. Lisboa se dispone a cerrar perimetralmente la ciudad durante los fines de semana y Alemania ha pedido "máxima prudencia" a sus ciudadanos. Hace una semana, su porcentaje en el total de contagios era del 3,7%, mientras que ahora es del 6,2%.
Entre los países que recientemente han levantado la obligación de llevar mascarilla están Francia, Hungría, Polonia o la región de Bruselas Dinamarca es el primer país europeo que incluso la ha suprimido en interiores. Solo Grecia y Portugal siguen manteniéndola en exteriores, un grupo del que España saldrá el día 26.
Joan Carles March, de la Escuela Andaluza de Salud Pública considera que la medida es precipitada, "a mi me hubiera gustado tener mejores datos de vacunación, haber esperado a un 50 % de la población con las dos dosis, haber esperado a efectivamente consolidar esa bajada de la incidencia acumulada y habernos acercado lo máximo posible a ese objetivo que tenemos de 50 y sin duda, haberlo hecho con mejores datos".
La inmunóloga África González recomienda llevar siempre la mascarilla en el bolsillo para ponérsela en los casos necesarios "cuando haya aglomeraciones o mucha gente en las zonas urbanas, al entrar en tiendas y recintos, por supuesto".
César Carballo considera que habría sido mejor haber tenido un poco más de paciencia. "A mi me hubiera gustado el haber tenido un poquito más de paciencia, la gente está aceptando muy bien las mascarillas, y habrían aceptado llevarla un mes más sin duda". No le falta razón porque siete de cada diez españoles no se va a quitar la mascarilla próximamente. Los expertos recomiendan que en los casos en los que no se pueda mantener la distancia que se pongan la mascarilla.
La gente ahora se siente desnuda sin su mascarilla. Y aunque aplauden la medida, se temen lo peor "como cuando dejaron salir sin el toque de queda que salió todo el mundo a la calle". Algunos lo harán de inmediato, otros no. Pero los expertos recomiendan, al menos, llevar la mascarilla en el bolsillo.