La viruela del mono está acaparando los titulares de la mayoría de medios internacionales. Este virus que se ha propagado a nivel mundial provoca reacciones similares a los de la viruela, pero más leves, aunque algunos casos pueden ser graves. Los síntomas son: fiebre, dolor fuerte de cabeza, dolor de espalda, dolores musculares, cansancio e inflamación de los ganglios linfáticos. En la segunda fase de la enfermedad aparecen erupciones en la piel o exantema vesicular. La enfermedad que se está propagando en los últimos días ha sorprendido a la comunidad científica y sanitaria. Sin embargo, un informe ya advertía de este virus en febrero de 2022.
El estudio que se publicó en la revista científica 'PLOS Neglected Tropical Diseases' apuntaba a que era probable que el incremento de casos de viruela del mono en África llegase a producir una alerta sanitaria. En los informes recabados por el equipo de científicos que llevó a cabo esta investigación se comprobó que el número de contagios de viruela del mono había aumentado diez veces. Además, también se detallaba que la edad de los contagiados había aumentado y había pasado de ser los niños el sector de la población más vulnerable a los adultos.
"La disminución de la inmunidad de la población asociada con la interrupción de la vacunación contra la viruela había establecido el panorama para el resurgimiento de la viruela del simio", comentaba el equipo de investigadores en el informe publicado en 2022. Por último, la comunidad científica advertía que el aumento de casos en África suponía un aumento en el riesgo de propagación a nivel mundial y de "relevancia mundial de la enfermedad".
El virus suele causar síntomas similares a los de la viruela, pero más leves, aunque algunos casos pueden ser graves. El Ministerio de Sanidad ha publicado el protocolo para la detección precoz y manejo de los casos ante la alerta de la viruela donde se establece, entre las medidas de control, el aislamiento y la vigilancia médica para todos los casos sospechosos o confirmados causados por este virus.
Así, para los casos no hospitalizados se debe mantener al enfermo "en una habitación o área separada de otros convivientes hasta que todas las lesiones hayan desaparecido, especialmente si las personas presentan lesiones extensas o con secreciones o síntomas respiratorios", además de evitar el contacto físico y las relaciones sexuales. Además, recomienda que las lesiones estén cubiertas.
Al hilo, Sanidad ha concluido el uso de mascarilla quirúrgica "especialmente en aquellos que presenten síntomas respiratorios". "Si esto no es factible --por ejemplo, un niño infectado--, se recomienda que el resto de convivientes lleve mascarilla", ha aclarado.
Tampoco se podrá abandonar el domicilio, excepto para atención médica, y los convivientes deben evitar en lo posible el contacto con el caso y limitar las visitas a las imprescindibles. El Ministerio ha exigido también una "adecuada higiene de manos después del contacto con personas infectadas" --lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol-- y evitar el contacto con animales silvestres o domésticos, por lo cual las mascotas deben ser excluidas del entorno del paciente.
Respecto a los casos que requieren ingreso hospitalario, el enfermo deberá estar "en habitaciones con presión negativa" o, al contrario, "en una habitación individual con baño incluido", y se debe mantener el aislamiento hasta que todas las lesiones hayan desaparecido".
El personal sanitario que atienda los casos o las personas que vayan a la habitación entrarán al aislamiento con el Equipo de Protección Individual (EPI) adecuado para precauciones de transmisión de contacto y aérea, además de utilizar mascarilla FFP2.