Hace apenas un mes, un grupo de expertos presentó en el 28º congreso de EADV (dermatología y venereología), recogido en la revista 'Medical Xpress' unos resultados un tanto alarmantes para los ya de por sí preocupados por la alopecia. Su estudio ha sido el primero en constatar que la contaminación podría estar afectando a tu salud capilar, especialmente si vives en una ciudad.
Hace unos meses, la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) publicó un informe que incluía diferentes datos relacionados con la contaminación en diferentes puntos de España. A través del documento conocimos que Madrid y Barcelona, las dos grandes urbes del país, respiraban un aire de mala calidad que resultó en miles de muertes prematuras en el periodo 2000-2009. Ahora sabemos que, además, la polución se dejará notar en la estética de algunos habitantes de estas ciudades.
La investigación se llevó a cabo exponiendo células humanas del cuero cabelludo, de la base de los folículos pilosos, a concentraciones de partículas como polvo y las procedentes del diésel. Pasadas 24 horas, los científicos comprobaron los niveles de algunas proteínas en las células. Las observaciones pusieron de manifiesto un aumento de las partículas contaminantes en detrimento de la 'catenina beta', responsable del crecimiento del pelo.
Por si fuera poco, se encontraron con que, además, otras proteínas que favorecen el crecimiento ('ciclina D1', 'ciclina E' y 'Cdk2'), así como la retención o fortaleza del pelo, se desplomaban.
Entre los posibles orígenes de estas partículas contaminantes están la quema de combustibles fósiles como el petróleo o carbón, además de otras actividades industriales como la construcción, la minería o los propios materiales como el cemento y el ladrillo.
Mientras los efectos sobre la piel y la salud aún están por descubrir en gran medida, se sabe que la mala calidad del aire influye en la proliferación de enfermedades que afectan al pulmón o el corazón, además del cáncer.
En noviembre de 2017, según enuncia el informe que mencionábamos de ECODES, el sindicato de médicos AMYTS y la Sociedad Española de Medicina y Urgencias advirtieron del aumento en la cifra de pacientes cuyos síntomas estaban claramente agravados por la polución en las ciudades. Como prueba de ello, basta con echar un ojo al dato recogido durante los episodios de alta contaminación en la capital entre 2006 y 2013, cuando los ingresos hospitalarios se dispararon un 42%.