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Aunque la mayoría de doctores continúan desaconsejando acudir a internet antes que a la consulta, un estudio ha demostrado que la búsqueda de síntomas online por parte de los pacientes no es una idea tan desacertada como se ha pensado desde que tenemos acceso a internet.
Diagnósticos erróneos o inexactos, tratamientos contraindicados o preocupación antes de tiempo son los principales riesgos que, tradicionalmente, han preocupado a los doctores más escépticos con la utilización de internet. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista JAMA Network Open del que se hace eco el diario inglés The Guardian, ha demostrado que la mejora de los servicios de búsqueda en internet ha hecho que realizar consultas médicas online no sea tan mala idea.
Los participantes en el estudio cumplen con unas características concretas: la mayoría son blancos y de mediana edad. Para la investigación se les pidió que realizaran un autodiagnóstico basado en la búsqueda en internet. Además, se les solicitó que explicar la decisión que habían tomado tras llegar a una determinada conclusión. Desde ir al hospital, hasta dejar que la enfermedad remitiera por sí sola.
Los resultados mostraron una mejora en la exactitud de los diagnósticos tras realizar la búsqueda que ascendía del 49'8% al 54%. Sin embargo, el nivel de preocupación o ansiedad por la posible enfermedad se mostró sin cambios antes y después de la consulta online.
Según la investigación, tres de cada cuatro pacientes serían capaces de determinar el nivel de gravedad de sus síntomas una vez realizada la búsqueda. Por otra parte, las personas con cierta experiencia en el ámbito sanitario o que están acostumbradas a ir al médico por alguna otra patología, son capaces de obtener diagnósticos más acertados.
En momentos de saturación sanitaria como los vividos durante la crisis del coronavirus, los médicos y la comunidad científica en general ha dejado de ver con malos ojos el autodiagnóstico de los pacientes antes de acudir a los centros sanitarios.
Pero no hay que confiarse. Muchos expertos señalan que, para que la búsqueda nos ofrezca realmente lo que estamos buscando es necesario saber utilizar la terminología adecuada y no dejarnos guiar por nuestros mayores miedos o presagios.