Existen pruebas sólidas y consistentes de que el virus del SARS-CoV-2, causante de la covid19, se transmite predominantemente por el aire, según una nueva evaluación publicada en la revista médica 'The Lancet'. Las pruebas que apoyan la transmisión por vía aérea son abrumadoras, y las que apoyan la transmisión por gotas grandes son casi inexistentes.
El principal mecanismo de transmisión es la respiración, según determinan los últimos estudios. Las personas contagiadas expulsan miles de gotitas -en las que va el virus- cuando respiran, hablan, tosen o estornudan. Las gotas pueden ser más o menos grandes. Las de mayor tamaño caen al suelo, quedando en superficies, pero las pequeñas se pueden mantener en el aire durante algún tiempo, incluso horas.
Las personas infectadas, sean sintomáticos o asintomáticos, eliminan el virus en cada espiración en mayor o menor cantidad. El número de partículas expulsadas será muy grande cuando hablen alto, griten, canten y, especialmente, cuando estornuden y tosan. En cada partícula hay virus con capacidad de infectar a un sujeto susceptible tras ser inhalada.
La probabilidad de contagio de covid a través del contacto con superficies contaminadas es baja. En los ambientes al aire libre es altamente improbable que haya riesgo de transmisión por fómites, pero es necesario que se mantenga una adecuada higiene de manos. Por tanto, el gel hidroalcohólico y el frecuente lavado de manos seguirán siendo útiles para prevenir.
Que la probabilidad de contagio sea muy baja no quiere decir que sea imposible. Según indican los Centros de Control de Enfermedades Infecciosas, CDC, el coronavirus se puede transmitir entre personas, al tocar una persona sana superficies sobre las que un enfermo ha tosido o estornudado recientemente y luego se toca directamente la boca, la nariz o los ojos. Sin embargo, indican que la transmisión a través de esta vía es baja comparada con el contacto directo, la transmisión por gotitas o la transmisión por el aire.
La mascarilla ayuda a prevenir la transmisión por gotitas o la transmisión por el aire de la covid. Las gotitas de menos de 100 micras forman aerosoles que quedan suspendidos en el aire durante un tiempo que oscila entre minutos y horas. Cuando la gotitas son de entre 15 y 20 micras hasta 100 micras, llegan a la vía respiratoria superior (nariz, boca, garganta, faringe).
Si son de menos de 15 micras pueden llegar hasta la tráquea e incluso bronquios. Y si son aún más pequeñas, de menos de 5 micras, llegan hasta los alvéolos pulmonares. Las gotitas que se producen al respirar o al hablar son de tamaño muy pequeño y proceden de nuestros pulmones. En general, se calcula que se producen unos 500 aerosoles por cada litro de aire que se espira.
Al toser o al estornudar, el número de partículas es superior a 20 000, también son de tamaño muy pequeño, pero en este caso proceden de las vías respiratorias altas, donde el virus se está multiplicando a gran velocidad en las personas contagiadas.
Los aerosoles presentan una cantidad de virus capaz de provocar una infección, especialmente en espacios cerrados o poco ventilados. Además, cuanto mayor sea el número de individuos concentrados en un espacio cerrado, si circula el virus en aerosol lo hará en mayor cantidad. En estos lugares influye también la proximidad con estas gotitas.
Los expertos y las autoridades advierten de que no podemos relajarnos. Para prevenir correctamente la covid, se recomienda el uso correcto de la mascarilla siempre que estemos en contacto con otros, en espacios en los que no se pueda guardar la distancia, y en los lugares que indique la normativa vigente (Actualmente habría llevarla en cualquier espacio). La OCU ha propuesto este sábado eliminar el uso de la mascarilla al aire libre si se respeta la distancia interpersonal.
Es importante que si acudimos a un espacio cerrado tenga buena ventilación, al igual que en los domicilios durante las reuniones (tanto entre convivientes como no convivientes). El número de asistentes debe ser el menor posible para evitar riesgos y con la menor duración posible.
La separación de personas de al menos dos metros es vital. Tendremos que seguir con las medidas de prevención hasta que la normativa -y la evolución epidemiológica- indique lo contrario. Los especialistas sugieren que deberíamos actuar como si cualquier persona con la que estamos en contacto estuviera potencialmente infectada. De este modo, disminuiremos muchísimo el riesgo de contagio.