España afronta una tercera prórroga del estado de alarma después de que el Congreso haya autorizado este miércoles su nueva ampliación. Más de cinco semanas después del confinamiento, la batalla contra el coronavirus se prevé todavía larga, lenta, dura y complicada. Desde el Ministerio de Sanidad recalcan que estamos en el proceso de “doblegar la curva” y “lo estamos logrando”, pero llaman a mantener estrictamente el distanciamiento social, la reducción de la movilidad y las medidas de prevención e higiene imprescindibles para seguir conteniendo el brote. “Seguimos en fase de confinamiento. No estamos en fase de desescalada”: es la frase que más repiten las autoridades sanitarias y los miembros del Ejecutivo llamando a seguir unidos para superar la crisis.
A la luz de los datos recabados, la tendencia descendente prosigue y la epidemia “evoluciona correctamente” a pesar de que nuevamente en el último balance emitido por Sanidad ha vuelto a repuntar en el número de fallecidos, con 435 en las últimas 24 horas. En total, la pandemia ha acabado ya con la vida de 21.717 personas dejando un total de 208.389 casos en nuestro país. De ellos, 4.211 se han producido en el último día, lo que supone un 2,1% de incremento respecto al martes. “Casi la mitad de ellos han sido detectados por pruebas serológicas”, ha precisado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha hecho hincapié en ello para recalcar que los datos muestran que “estamos teniendo una de las capacidades necesarias para pensar en una transición: la capacidad de detectar, diagnosticar y aislar correctamente a todos los casos sean graves, leves o muy leves”. “En las próximas semanas detectaremos cada caso por leve que sea para valorar la posibilidad o no de ir abriendo medidas de control”, ha asegurado.
A la espera de ver si ello se produce, el dato más alentador del balance atañe nuevamente al número de recuperados del COVID-19, que se eleva a un total de 85.915.
Con todo, lo que ha protagonizado la jornada de este miércoles ha sido esa aprobación de la tercera prórroga del estado de alarma solicitada por Pedro Sánchez, quien se ha encontrado un Congreso de los Diputados lleno de tensión, crispación, reproches y críticas. Aunque los diputados le han dado su apoyo para la prórroga con un total de 269 síes por 60 noes y 16 abstenciones, la oposición, cada vez más dura y tajante, acusa al Gobierno de no ser transparente, de decidir por medio de la “improvisación”, de no actuar con eficacia y responsabilidad, de no usar test masivos y no haber protegido adecuadamente a los sanitarios. “No diga que han pecado de prudencia, están pecando de incompetencia y con nuestros hijos no se juega”, se ha llegado a escuchar desde la bancada de la oposición, que no ha dejado pasar la polémica acontecida el martes al respecto de la medida para permitir que los niños saliesen a la calle después de que el Gobierno hubiese de rectificar su orden para, tras el revuelo surgido, terminar autorizando que los menores de 14 años, desde el próximo domingo, puedan salir a dar paseos.
El Gobierno, por su parte, se defiende recalcando que es la pandemia y su evolución la que marca los tiempos y que el objetivo prioritario es salvaguardar la salud de los ciudadanos. Cualquier decisión precipitada, cualquier medida de flexibilización acometida antes de tiempo podría tener un resultado nefasto. Lo advierte también por activa y por pasiva la Organización Mundial de la Salud, quien este mismo miércoles, a través de su director general, Tedros Adhanom, ha manifestado que “este virus estará con nosotros durante mucho tiempo”. “La mayoría de los países todavía están en las primeras etapas de sus epidemias, y algunos que se vieron afectados al comienzo de la pandemia ahora están comenzando a ver un resurgimiento en los casos. No se equivoquen, tenemos un largo camino por recorrer”, ha subrayado Adhonam.
En esta línea, Pedro Sánchez ha subrayado que la fase de desescalada, en la que llevan ya “tres semanas trabajando” con el objetivo de prever escenarios, sera “lenta y gradual”, y se llevará a cabo desde la “prudencia” y de forma “asimétrica”. “Si tenemos que pecar de algo, que sea de prudencia”, ha dicho el presidente del Gobierno, precisando que serán los indicadores recabados por los expertos los que dispongan los pasos que se irán acometiendo y si el camino trazado habrá de prosperar o deshacerse.
En este sentido, donde están puestas ahora todas las miradas es en “la segunda quincena de mayo”, el intervalo temporal marcado por Sánchez como el instante en que se empezará, si la situación lo permite, la esperada fase de desescalada. Es el propósito. No hay una fecha exacta y fija. Lo ha matizado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha subrayado, ante la insistencia de la oposición en el Congreso, que “es más importante tener criterios claros que no un calendario”.
Será la pandemia la que marque el momento y será el Gobierno quien decida en función del análisis de los expertos. Por eso, a este respecto destacan la importancia el estudio de seroprevalencia que comenzará la semana que viene con el objetivo de medir la inmunidad que ha generado la población ante el COVID-19. Se realizará a 90.000 personas e irá arrojando “información preliminar muy valiosa” para evaluar cuál es la situación y cómo y dónde se debe iniciar la flexibilización del confinamiento. “Va a dar una fotografía del estado de la epidemia en el conjunto de España”, explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
En cualquier caso, la única certeza es que este camino también estará plagado de incertidumbre y la denominada vuelta a la ‘nueva normalidad’ que ya intentan países como Alemania encontrará también enormes complejidades, retos y desafíos. De hecho, ese regreso, además de “lento” no cierra la posibilidad a que haya una marcha atrás, como ha advertido el propio presidente del Gobierno.
Mientras tanto, fuera de nuestras fronteras Estados Unidos sigue engrosando sus dramáticas cifras. La pandemia deja allí 849.000 casos y más de 47.000 muertos. Solo en Nueva York, el epicentro del brote en el país, los muertos son más de 15.000 tras contabilizar 474 en las últimas 24 horas; datos alarmantes que, no obstante, no parecen frenar el impulso de Donald Trump de reanudar la actividad económica, que en su último anuncio ha informado de que se ha ordenado ya la reapertura de los parques nacionales para el “disfrute de los estadounidenses”
Por su parte, en Europa, Francia y Reino Unido suman ya más de 21.300 y más de 18.100 muertos respectivamente y se muestran convencidos de haber llegado ya al pico del contagio, mientras Italia, el segundo país más afectado en el continente por detrás de España, los datos, a pesar de que suman más de 25.000 muertes por coronavirus, permiten vislumbrar cierta esperanza en el hecho de que han registrado la tercera jornada consecutiva con descenso de casos activos: en total son 107.699.