Es una de las preguntas eternas en lo que salud se refiere: ¿Es mejor beber agua del grifo o agua embotellada? ¿Es buena el agua del grifo? Y si es así, ¿cómo saber si podemos beberla en nuestra localidad? La realidad es que existen muchos estudios que defienden beber agua del grifo por encima de la embotellada, un gesto que no solo puede suponer un importante ahorro para nuestro bolsillo sino que, además, resulta mucho más respetuoso con el medio ambiente, al reducirse la generación de residuos. Y es que, tal y como recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la fabricación y transporte de los envases y el posterior tratamiento de los residuos (que nunca es completo) tienen un elevado impacto medioambiental. ¿Es buena el agua del grifo? ¿Podemos beberla en España?
Según un estudio elaborado por OCU, lo ideal es beber agua de grifo, ya que cuenta con la calidad necesaria y no tiene contaminantes. A pesar de ello, "un buen porcentaje de consumidores recurren a diario al agua mineral embotellada, por el sabor desagradable o la dureza del agua corriente en su zona o simplemente por la comodidad de beber agua embotellada". Según una encuesta elaborada por esta organización, el consumo de agua del grifo y embotellada e encuentran muy a la par.
Esto puede tener que ver con la dureza del agua en determinadas zonas geográficas de nuestro país, provocada por su contenido en sales de cal y magnesio. Así, en las zonas de España donde el agua es dura (especialmente en la localidades de la costa mediterránea), su sabor suele ser peor. Por eso en estas áreas es habitual usar como agua de mesa aguas minerales naturales de mineralización débil o muy débil.
En cualquier caso, la OCU destaca que el agua del grifo en España es apta para el consumo humano y resalta que la diferencia económica entre beber y cocinar con agua del grifo o embotellada puede oscilar en unos 440 euros al año.
Para estar más seguros y paliar las posibles deficiencias del agua en tu zona, siempre podrás acudir a sistemas de purificación. Por ejemplo, los filtros de carbón activo que puedes instalar en los grifos de la cocina y la ducha y que sirven para eliminar el cloro y derivados como los trihalometanos. Además, existen descalcificadores que transforman el agua dura en blanda. Otra vía son los sistemas de ósmosis inversa, un filtrado que se instala debajo del fregadero y que elimina hasta el 95 por ciento de las impurezas del agua.
Si a pesar de todo ello eliges agua embotellada, es importante conocer su clasificación para tener claro lo que estás adquiriendo: