Si notas que las articulaciones de tus manos duelen, se inflaman, presentan una temperatura elevada, están más sensibles de lo normal o presentan rojeces, es posible que haya llegado a hora de acudir a un médico especialista que te ayude a identificar la causa de esas molestias, especialmente si no remiten al cabo de unos días. La más frecuente es la artrosis de manos, una enfermedad que suele aparecer con la edad. Pero esta molestia continuada puede tener otros orígenes: desde enfermedades autoinmuntarias hasta tendinitis. También es posible que este dolor se deba a un sobreesfuerzo o a una lesión, de forma que se trate de un síntoma más pasajero. ¿Cuáles son las posibles causas del dolor de las articulaciones de las manos?
El dolor articular puede tener, en general, muy diversas causas, y afectar a una o más articulaciones. En el caso de las manos -como en el resto de supuestos-, estas molestias pueden tener que ver con la presencia de alguna enfermedad que requerirá atención y/o tratamiento. Por eso es importante acudir siempre a un profesional que pueda determinar de qué se trata exactamente y qué puedes hacer para frenar el dolor o conseguir que la enfermedad remita o se mantenga bajo control, en la medida de lo posible.
En concreto, el dolor articular lo pueden provocar lesiones o afecciones de distinta clase, como la artritis, la bursitis y el dolor muscular. Enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoidea y el lupus, se encuentran en la lista de posibles causas, así como la condromalacia rotuliana, la presencia de cristales en la articulación o gota (que se presenta especialmente en el dedo gordo del pie), la artritis por depósito de cristales de dihidrato de pirofosfato de calcio (CPPD, por sus siglas en inglés) o seudogota.
También las infecciones causadas por un virus, así como lesiones -por ejemplo, una fractura-, la osteoartritis, la osteomielitis (infección del hueso), la artritis séptica (infección articular) o la tendinitis. A veces, la causa puede no ser grave: si has hecho un esfuerzo inusual o has sometido estas articulaciones a una sobrecarga, es normal que puedan doler por inflamación.
En el caso de la artrosis de las articulaciones de las manos -una de las causas más frecuentes-, tal y como explica la Fundación Española de Reumatología, se produce por una desgaste del cartílago de estas articulaciones. Suele producir dolor, rigidez, dificultad para mover los dedos y deformidad. La edad de inicio habitualmente es entre los 40 y los 50 años, aunque hay casos de comienzo más tardío. Es más frecuente en mujeres aunque puede presentarse en ambos sexos.
Los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son dolor, rigidez, deformidad y pérdida de funcionalidad. En cuanto a su causa, se cree que es la consecuencia de una suma de factores genéticos y ambientales. De hecho, el componente hereditario es muy importante en las articulaciones interfalángicas distales. Especialmente si tienes antecedentes familiares, intenta evitar los trabajos manuales repetitivos. Haber sufrido una fractura o inflamación persistente en alguna articulación también favorece el desarrollo de artrosis de esta articulación a edades más tempranas.