Los españoles somos grandes consumidores de antiinflamatorios y, de hecho, varios de ellos se encuentran en la lista de los medicamentos más vendidos en nuestro país. Dentro de este área concreta, el Ibuprofeno es sin duda uno de los compuestos más conocidos y consumidos para tratar todo tipo de dolores e inflamaciones. Algo similar a lo que ocurre con el Naproxeno, una alternativa cada vez más utilizada, con efectos similares, tanto en lo positivo como en lo negativo. Naproxeno e Ibuprofeno: ¿Cuáles son sus usos y composición?
Desde Vademecum nos explican que el Naproxeno es un antiinflamatorio, analgésico y antipirético no esteroideo que funciona inhibiendo la síntesis de las prostaglandinas. Éstas son un conjunto de sustancias que afectan y actúan sobre diferentes sistemas del organismo, incluyendo el sistema nervioso, el músculo liso, la sangre y el sistema reproductor; juegan un papel importante en regular diversas funciones como la presión sanguínea, la coagulación de la sangre, la respuesta inflamatoria alérgica y la actividad del aparato digestivo.
En cuanto a sus indicaciones, se utiliza para el tratamiento sintomático del dolor y la fiebre, así como complemento en terapia con antibióticos en infecciones de las vías respiratorias. En sentido contrario, no debe utilizarse en caso de hipersensibilidad a esta sustancia, ni en caso de que otros analgésicos, antipiréticos y/o antiinflamatorios no esteroideos (AINE) hayan provocado síndromes asmáticos, rinitis o urticaria. Tampoco deben consumir esta sustancia las personas bajo tratamiento con anticoagulantes orales, gastritis aguda o úlcera duodenal o anemia, entre otros. Del mismo modo, en pacientes con historia de enfermedades gastrointestinales, el Naproxeno deberá administrarse bajo estrecha supervisión.
En cuanto al Ibuprofeno, tal y como explica Diario Farma, se trata de un fármaco perteneciente al grupo de los AINE y genera los mismos tres efectos: analgésico (reducción del dolor), antiinflamatorio (reduce la inflamación), y antipirético (combate la fiebre). Ello significa que, igual que en el caso del Naproxeno, se trata de un fármaco eficaz para combatir tres tipos de síntomas muy frecuentes en distintas enfermedades y dolencias comunes, lo que ha llevado a su uso generalizado.
Sin embargo, es importante tener claro que este medicamento, como casi todos, trae de la mano efectos secundarios indeseables. El Ibuprofeno (ocurre lo mismo con el resto de los AINE) puede generar irritación de la mucosa del estómago, de modo que, si lo utilizamos de forma intensiva o durante periodos prolongados de tiempo, ello puede favorecer la aparición de una úlcera gastroduodenal. Una forma de reducir estos efectos es tomar el Ibuprofeno siempre con el estómago lleno, aunque ello no nos da carta blanca para utilizarlo sin control.
Además, en el caso de las personas que padezcan asma, se aconseja tener precaución en su consumo, ya que puede favorecer la aparición de una crisis asmática. En general, este tipo de pacientes deben consumir Ibuprofeno “siempre bajo recomendación y control de su médico especialista”. Existe un tercer efecto negativo: estudios recientes indican que los AINE (incluyendo el Ibuprofeno) pueden asociarse con un mayor riesgo de aumento de la presión arterial y, con ello, mayor probabilidad de sufrir trastornos trombóticos (por ejemplo, un infarto o un ictus). Eso sí, este riesgo se asocia a dosis muy altas. Por eso, es importante respetar la dosis máxima de 2.400 miligramos al día y evitar tomar ibuprofeno de forma prolongada aunque respetemos ese límite.
Tal y como resumen desde Diario Farma, tanto el Naproxeno como el Ibuprofeno pertenecen al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos y éstos, en general, comparten los mismos efectos. Se utilizan en ambos casos para el tratamiento de procesos que cursan con síntomas de dolor, inflamación o fiebre, independientemente de su causa (dolores de cabeza, dolores menstruales, torceduras, esguinces, procesos febriles...)
En cuanto a los efectos negativos, ambos pueden dar lugar a una lesión de la mucosa gástrica, aumentando el riesgo de úlceras de estómago. Eso sí, “parece ser que el riesgo con Naproxeno es un poquito superior al del ibuprofeno, debido a esta reacción adversa se aconseja administrar el naproxeno junto con alimentos y durante el menor tiempo posible”, asegura esta publicación.
Otra diferencia entre ambos se encuentra en la durabilidad de sus efectos: el Ibuprofeno actúa antes, pero el Naproxeno mantiene sus efectos durante más tiempo (alrededor de unas diez horas frente a las seis del Ibuprofeno).