A mediados del pasado 2019 muchas farmacias tomaron la decisión de limitar la venta de ciertos analgésicos -en concreto, paracetamol e ibuprofeno- con el fin de evitar abusos por parte de los consumidores. Esta determinación -que, en realidad, consiste en hacer cumplir la ley tal y como está planteada desde 2017- tuvo mucho que ver con una denuncia planteada por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, que aseguró que la venta de este tipo de medicinas sin ningún tipo de receta supone una vulneración de Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos. Habrá que esperar para conocer qué efectos tiene esta decisión en futuras estadísticas pero, por ahora, los datos de que disponemos datan de 2018 y revelan cuáles son los medicamentos más consumidos en España. Lo analgésicos, como era de esperar, ocupan un lugar privilegiado en la lista.
Según el más reciente estudio de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, que analiza la venta de medicamentos en 2018, hasta cuatro analgésicos se cuelan en la lista de los 10 medicamentos más vendidos del país.
Repasamos la lista completa de medicamentos más consumidos en España:
- Nolotil (Analgésico) - 17,8 millones de unidades
- Enantyum (Analgésico) - 13,6 millones de unidades
- Adiro (Antiagregante) - 13,1 millones de unidades
- Paracetamol Kern (Analgésico) - 12,8 millones de unidades
- Eutirox (Hormona tiroidea) - 8,6 millones de unidades
- Paracetamol CINFA (Analgésico) - 7,9 millones de unidades
- Ventolín (Antiasmático) - 7,6 millones de unidades
- Sintrom (Anticoagulante) - 7,4 millones de unidades
- Ibuprofeno Kern (Antiinflamatorio) - 7 millones de unidades
- Orfidal (Ansiolítico) - 6,6 millones de unidades
En cuanto a los diez medicamentos por los que más se facturó en 2018, el primero es Clexane (200,0 millones de euros, anticoagulante), seguido de Duodart (146,1 millones, retención urinaria), Eliquis (142,4 millones de euros, anticoagulante), Spiriva (135,3 millones de euros, broncodilatador), Lantus (132,7 millones, antidiabético), Propia (132,2, osteoporosis), Xarelto (130,8 millones, anticoagulante), Xeplion (127,7 millones, esquizofrenia), Bexero (122,2 millones, vacuna contra el meningococo B) e Hibor (108,8 millones, anticoagulante).
Así, tal y como destaca la Federación en su estudio, el producto más vendido en las farmacias, en unidades y en 2018, es Nolotil, un analgésico no opiáceo; mientras en valores es Clexane, una heparina que actúa como anticoagulante. Dentro de los primeros productos en unidades hay cinco analgésicos/antiinflamatorios; un antiagregante plaquetario; una hormona tiroidea; un anticoagulante; un antiasmático y un ansiolítico.
En cuanto a la venta en valores, hay cuatro anticoagulantes; un producto usado para la retención urinaria en adenoma benigno de próstata; un broncodilatador; un producto usado para la osteoporosis postmenopáusica; un producto para la esquizofrenia y la vacuna para el meningococo B que el año anterior ocupaba la primera posición.
En referencia a Nolotil, cabe recordar que el Ministerio de Sanidad ya advirtió en 2018 sobre el uso de este analgésico (cuyo principio activo es el metamizol) entre población de edad avanzada y turistas del norte de Europa. Según el Ministerio, uno de sus posibles efectos secundarios -la agranulocitosis, que reduce drásticamente el recuento de glóbulos blancos del paciente e incluso puede provocar la muerte-, afecta en mayor medida a estos grupos de población.
En principio, el Nolotil solo puede adquirirse con receta médica, aunque esto no siempre se cumpla.
Las farmacias se han puesto más serias con la exigencia de receta médica para adquirir ibuprofeno o paracetamol desde el pasado 2019. Así, el usuario necesita una receta médica para adquirir Ibuprofeno de 600 mg y o Paracetamol de 1 gramo. Eso sí, sigue sin ser necesaria receta para las cajas de Ibuprofeno de 400 mg o de Paracetamol de 500 o 650 mg.
El nuevo Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem), que entró en vigor en febrero de 2019, también podría ser un factor clave en el aumento de las reticencias de algunos farmacéuticos a vender estos productos sin la debida prescripción médica. La Ley exige desde 2017 pedir receta para la venta de estos productos, con los límites señalados.