Un meta análisis hecho a partir de 12 ensayos clínicos sobre vacunas contra el covid ha revelado recientemente que existen efectos nocebos entre no pocos de los participantes. Todos hemos oído hablar del efecto placebo, sin embargo, ¿sabemos qué es el efecto nocebo y en qué se diferencia del placebo?.
El efecto placebo y el nocebo vienen a ser lo contrario uno del otro. En ambos casos son efectos secundarios que siente un paciente al recibir un supuesto fármaco. Es decir, toman suero o similar en lugar del medicamente y ellos siente beneficios –si desarrollan efecto placebo- o efectos secundarios adversos –si sufren efecto nocebo-.
En ambos efectos, el placebo y el nocebo, influyen muchos factores para que el paciente se sienta de tal modo. Hay fundamentos biológicos, psicológicos y genéticos.
En primer lugar, la relación médico-paciente. El paciente trae consigo asociaciones pre-cognitivas, emociones, expectativas de resultado (si son positivas pueden causar un efecto placebo; si son negativas, nocebo), y recuerdos (incluyendo aquellos relacionados al resultado de haber sido expuesto a ese fármaco en el pasado), según explica el doctor Gabriel Aisenberg, jefe de medicina interna del Lyndon B Johnson Hospital, Houston, Texas, EEUU, en un artículo en la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC).
Las palabras del médico generando expectativas sobre el tratamiento e incluso señales sociales como la calidez del doctor y el trato al paciente, también influyen en el efecto placebo, explica Aisenberg.
Las áreas cerebrales implicadas en ambos efectos son las mismas. “Las técnicas de neuroimágenes permite reconocer las estructuras involucradas en la aparición de efectos placebo y nocebo en contextos específicos tales como la respuesta al dolor, enfermedad de Parkinson y depresión”, señala el doctor. “Opioides endógenos, endocanabinoides, dopamina, oxitocina, vasopresina y serotonina son algunos de los neurotransmisores responsables de la respuesta a placebos, en tanto que la colecistoquinina y la proglumida han sido implicados en la respuesta a nocebos”.
También existe una influencia genética que hace que los mecanismos biológicos de una persona se activen o no en función de esa constitución genética. Por ello, sostiene que muchas veces es difícil prever quién va a tener un efecto placebo.
La aparición del efecto nocebo puede verse condicionada por factores psicológicos de la persona, de sus expectativas, del aprendizaje de la persona. "El efecto nocebo tiene que ver con las expectativas. Sé que este medicamento me va a dar dolor de cabeza porque lo he leído pero es que hay que saber que necesariamente ese efecto no tiene por qué aparecer pero sí pensamos que aparecerá obviamente sí influye. Por eso siempre es muy importante recibir información de fuentes expertas", remarca Santiago Cuéllar, responsable de Acción Profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en declaraciones a Europa Press.
Según un gran análisis a partir de datos de voluntarios de 12 ensayos clínicos de las vacunas más de dos tercios de los síntomas adversos notificados se debieron a efectos nocebos. Investigadores de la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard han constatado que tras la primera inyección, más del 35% de los receptores de placebo experimentaron efectos adversos sistémicos como fiebre, dolor de cabeza y fatiga los más comunes. Además, el 16% de los receptores de placebo declararon al menos un efecto local, como dolor en el lugar de la inyección, enrojecimiento o hinchazón.
Los expertos señalan que aún hay muchos mitos respecto de las sustancias placebo y nocebo y eso ha limitado su uso en la historia de la medicina.