Salir a la calle con mascarilla parece más que recomendable, de hecho, el Ministerio de Sanidad se está planteando generalizar el uso para toda la población y ya son obligatorias en el transporte público. Hay que empezar a acostumbrarse a salir a dar un paseo al sol con una de ellas puesta, ya sea una higiénica, quirúrgica o FFP.
Las higiénicas son mascarillas reutilizables reguladas por la norma UNE 0065 y que sirven para minimizar la expansión del virus. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha elaborado un listado de materiales para la elaboración de estas mascarillas higiénicas reutilizables.
Las mascarillas quirúrgicas filtran el aire exhalado, atrapando las partículas de saliva de una persona enferma en las que viaja el virus, de forma que evite que esta contagie a otros. Son desechables y se recomienda su uso durante un máximo de 4 horas.
Las FFP, de las que hay tres tipos, FFP1, FFP2 y FFP3, filtran el 78%, 92% y 98% de partículas respectivamente tanto al inhalar como al exhalar, impidiendo el contagio a otros o de otros.
Estas mascarillas tampoco están pensadas para ser reutilizadas, pero a falta de otra cosa es mejor desinfectarlas y volver a usarlas que no ponérselas, ya que quienes defienden el uso generalizado de mascarillas consideran que se reduciría la propagación del virus por los asintomáticos.
Teniendo en cuenta que la demanda de mascarillas creció un 8.000% en el mes de febrero y aunque la recomendación sea que las mascarillas de un solo uso sean desechadas después de utilizarlas, si es necesario volver a usarlas se pueden desinfectar siguiendo cualquiera de estas tres pautas recomendadas por del Ministerio de Sanidad:
1. Lavado y desinfección de las mascarillas con detergente normal y agua a temperatura entre 60º-90º (ciclo normal de lavadora). Este método de desinfección no afecta a la capacidad de filtrado, pero si puede modificar la forma de la mascarilla y afectar a su capacidad de ajuste.
2. Sumergir las mascarillas en una dilución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos. Después, lavar con agua y jabón y aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía y dejar secar.
3. También se puede utilizar cualquier producto virucida para uso ambiental (ver listado) siempre que la desinfección se realice teniendo en cuenta las recomendaciones del fabricante, poniendo especial atención al uso diluido o no del producto y a los tiempos de contacto necesario para la actividad desinfectante. Una vez desinfectadas las mascarillas, se lavarán con abundante agua y jabón para eliminar cualquier resto químico y se dejarán secar.
Si sólo utilizas la mascarilla una vez a la semana porque has decidido esperar para dar paseos y sólo sales para ir a la compra, tienes una tercera opción: dejarla en una bolsa cerrada hasta su siguiente uso, ya que la carga viral de la superficie disminuye con el tiempo.