Hasta ahora, muchos de los comportamientos del virus Covid-19 están en proceso de investigación, pero en lo que hay unanimidad entre los sanitarios es en que la transmisión de la infección se produce habitualmente por gotas (producidas al toser, estornudar o hablar) y por contacto directo con material contaminado por ellas. Por eso queremos dejar claro que los guantes de lana o cuero no sirven para aislarte. Solo sirven los desechables que usan el personal sanitario. Eso sí, hay muchos tipos.
Para la población en general, la recomendación es mantenerse a un metro de distancia de cualquier persona que presente los síntomas, lavarse las manos a menudo y evitar tocarse los ojos, nariz y boca con las manos, ya que puedes transmitirte a ti mismo la contaminación de cualquier superficie. No obstante, sólo para el personal sanitario que tenga que estar en contacto con pacientes o material que pueda estar contaminado, se necesita un equipo de protección individual que incluya bata de protección, mascarilla, guantes y protección ocular.
La mascarilla recomendada debe tener una eficacia mínima de filtración equivalente a FFP2 según normativa europea EN149:2001. En cuanto a los guantes, no todos valen para aislarse del Covid-19, veamos cuáles son los adecuados.
El primer requisito es que los guantes deben ser desechables, por lo tanto, quedan excluidos todos los guantes que se usan habitualmente para protegerse del frío: de lana, de cuero y otros tejidos porosos. Es cierto que aún queda mucho por conocer del Covid-19, pero lo que sí se sabe por el comportamiento de otros virus similares como los de la gripe A y B, es que sobreviven entre 8 y 12 horas en superficies porosas como los tejidos.
En esta categoría hay que distinguir cuatro tipos de materiales: látex, nitrilo, vinilo y polietileno.
Los guantes desechables son los que utiliza el personal sanitario como barrera bidireccional entre el personal y el entorno con el que éste toma contacto a través de sus manos.
Los guantes de látex, que pueden ser de látex natural -obtenido a partir del procesamiento físico y químico de la savia de determinadas especies de árboles- o sintético, son los que ofrecen mejores propiedades de adaptabilidad y comodidad.
Los guantes de látex son los que utiliza el personal sanitario como protección frente a riesgos biológicos (microorganismos) y químicos en el examen y exploración de pacientes, para procedimientos higiénicos, en extracciones de muestras o en la limpieza y manipulación de instrumental.
Para personas alérgicas al látex la alternativa es el guante de neopreno que tiene similares características
El nitrilo es otro material muy elástico, con gran adaptabilidad, que proporciona una comodidad similar a la del látex, pero con mayor resistencia al rozamiento y desgaste que la de otros guantes. Por sus características, es el más recomendado para examen y exploración de pacientes, en extracciones de muestras y manejo de ciertos medicamentos.
Es posiblemente el material menos contaminante, tanto en su fabricación como en su recuperación, sin embargo, por su porosidad solo ofrecen la protección suficiente para tareas sanitarias de corta duración y que no requieran alta protección como el examen de enfermos o manipulación de objetos que no entrañen riesgo.
Hablamos de los guantes más consumidos debido fundamentalmente al sector alimentario y las gasolineras. Se trata de un material rígido y transparente que proporciona protección higiénica suficiente para tareas sencillas de uso corto.
Hemos hablado con las propietarias de una farmacia de San Fernando, Cádiz, y nos han trasladado las recomendaciones que ha remitido el Colegio de Farmacéuticos en cuanto a las pautas higiénicas a seguir por el personal de farmacia. Ninguna incluye el uso de guantes, pero sí la higiene de manos frecuente con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas (cuidado con la brillante idea de hacerlas caseras).
Desde el Colegio de Farmacéuticos trasladan el siguiente mensaje: los guantes forman parte del protocolo del personal sanitario a la hora de explorar a cada paciente, se utiliza un guante en cada exploración y a continuación se desecha. Tratar de evitar el contagio con guantes no es lo adecuado ya que, concretamente en el caso de quienes tratan con clientes como el personal de farmacia, tendrían que estar cambiando de guantes cada vez que atienden a una persona diferente o sería el guante el que se convertiría en la fuente de transmisión. Es mucho más efectivo lavarse las manos o utilizar una solución hidroalcohólica que usar unos guantes.
Para quienes sí necesiten usarlos, sólo son adecuados los guantes quirúrgicos que cumplan la normativa europea UNE-EN ISO 374-5 para hacer frente al virus.
También es importante recalcar que el uso de guantes no sustituye al lavado de manos y que, además, es importante retirarse los guantes de forma correcta para que no exista una posible contaminación: pellizcar el interior del primer guante, retirarlo en su totalidad y recogerlo con la otra mano. Retirar el segundo introduciendo los dedos de la mano que ha quedado libre y retirarlo sin tocar la parte externa.
En cuanto a la manera de desecharlos tras su uso, hay que depositarlos en el contenedor de residuos correspondiente evitando tocar superficies libres de contaminación. Tanto antes como después del uso de guantes es imprescindible lavarse las manos.