Una pastilla de Dariodexant (Quviviq, nombre comercial), tomada 30 minutos antes de acostarse y a dormir. El dariodexant es el nuevo medicamento aprobado por la Agencia Europea contra el insomnio crónico, para los más de cuatro millones de personas que sufren de insomnio en España y que siguen esperando una alternativa a la hipermedicación.

El Quviviq, a base de daridorexant hidrocloruro, llega en auxilio de estas personas que esperan conciliar el sueño más rápidamente, permanecer más tiempo dormidas sin la 'resaca' que dejan otros medicamentos para el insomnio.

El Quvivig 25 mg está indicado para el tratamiento de adultos con insomnio crónico, caracterizado por dificultades para dormir durante al menos tres meses. En esta situación se encuentran entre el 25-35% de la población adulta, que padece insomnio transitorio y entre un 10 y un 15%, que supone más de cuatro millones de adultos en España que sufren de insomnio crónico y para los que las pastillas siguen siendo la única solución, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Las exigencias del sistema productivo, el estrés social junto al envejecimiento han convertido el insomnio en un padecimiento cada vez más común entre la población. El principio activo de Quviviq, el dariodexant, es un antagonista dual del receptor de la orexina (DORA), que actúa bloqueando la acción de la orexina, una sustancia que produce el cerebro para estimular el estado de vigilia.

El uso de Quviviq o dariodexant está permitido solo en adultos una pastilla de 25 mg media hora antes de acostarse por la noche y la dosis máxima diaria es de dos pastillas (50 mg).La duración del tratamiento debe ser lo más corta posible

, según el prospecto y en un plazo de tres meses, y posteriormente de manera periódica, se debe evaluar la continuación del tratamiento con r Quviviq. Hay datos. Por el momento solo existen datos clínicos de un tratamiento continuo de hasta un año.

Hasta el momento, las personas que sufren insomnio en España son medicadas con benzodiacepinas, un medicamento usado para tratar la ansiedad y tiene numerosas contraindicaciones y que abarcan desde afectación cognitiva hasta el aumento de un 50% de las probabilidades de sufrir Alzheimer.

En Europa el consumo de benzodiacepinas no para de aumentar. En España, Portugal y Reino Unido, se toman unas 100 dosis diarias por cada 1.000 habitantes. A pesar de que los médicos recomiendan no excederse en el uso de las benzodiacepinas más de 12 semanas para el tratamiento del insomnio crónico.

Está comprobado que su uso afectan cognitivamente por sus efectos sedativos y depresores del sistema nervioso central; los pacientes pueden sufrir caídas, reflujo y apneas por sus efectos de relajación muscular y ya más recientemente se ha comprobado que su uso crónico aumenta hasta un 51% el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Para el tratamiento del insomnio, la terapia psicológica que ha resultado más efectiva es la conductual-cognitiva. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, esta terapia puede resolver aproximadamente un 70% de los casos de los insomnios.

En esta se busca controlar los factores que generan el insomnio, que generalmente suelen ser malos hábitos de sueño. De forma temporal los médicos pueden emplear algún tratamiento farmacológico para reducir la ansiedad y facilitar el sueño.

El problema surge que la atención psicológica en España es casi imposible a causa de la escasa atención de la Salud mental en el Sistema Sanitario Público. En España hay 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes, según datos de las Sociedad Española de Ansiedad y EstrésEsto supone que para acceder a una cita con un profesional de la salud mental se debe esperar de media 50 días, dependiendo la comunidad autónoma en la que se encuentre. Recurrir a la consulta privada puede ser imposible para millones de españoles que no pueden pagar una terapia por los altos costes de esta.

Entonces, para la mayoría de los pacientes que llegan con problemas de insomnio a una consulta de su médico de familia, le toca la pastilla antes de dormir y esperar a que lo cite un especialista. Esto es, mucha paciencia y mucha benzodiacepina.