Una de cada 10 personas que han sufrido el coronavirus tienen síntomas meses después de haberse contagiado. Son los afectados por el llamado covid persistente, una dolencia con muchas variantes que requiere una atención personalizada de cada paciente.
Algunos pacientes sufren problemas digestivos o neurológicos, aunque los más frecuentes son los respiratorios. El doctor Mario Rivera, médico del Hospital Clínico San Cecilio de Granada, ha analizado síntomas y secuelas a 800 enfermos de la primera ola. "Hasta un 60% de pacientes ha desarrollado síntomas a posteriori", explica.
Sandra, a sus 49 años, presenta un cuadro clínico de covid persistente. "Tengo 40 síntomas de los 201 que hay contabilizados", detalla. "Dolores de cabeza, dificultad para tragar, tengo muchos problemas cognitivos. Varios aerosoles, porque no puedo respirar bien...", añade.
Rossana Arbieto, en su caso, se infectó en marzo del año pasado. "He tenido niebla mental, problemas para concentrarme...", precisa. La covid persistente afecta a numerosas personas. "Agosto fue insoportable. En septiembre mejoré y después empecé con los dolores musculares", comenta Sacra Garabal, otra mujer afectada.
No influye el sexo o la edad en el covid persistente. Laura tiene 15 años y presentó el diagnóstico. "Lo peor es el cansancio. Estás todo el día como si no hubieras dormido nada. Llevo un año y medio durmiendo sin descansar", señala.
Hay múltiples secuelas, y cada paciente requiere un diagnóstico. Solo uno de cada cuatro mejora con la vacunación. A Luis Pereira, que no pierde la sonrisa, le falta equilibrio en algunos momentos. "Hay que ser optimista, si no estás perdido", cuenta.
El caso de Luis es uno más del medio millón de afectados que se calcula que hay en España por un diagnóstico con múltiples y diversos síntomas, al que por el momento la ciencia no ha sido capaz de ponerle remedio.