El coronavirus ha cambiado muchas de las medidas higiénicas que aplicamos en el nuestro día a día. Hemos aprendido a mantener nuestra casa limpia y ordenada, pero independientemente de la pandemia lo importante es que sigamos manteniendo estas pautas si no queremos que muchos rincones de nuestra casa se conviertan en un paraíso para las bacterias.

Estas son las cosas del hogar que deberíamos mantener limpias a diario para mantener nuestro entorno lo más higiénico posible:

Siempre las llevamos encima y están en contacto con nuestras manos o dentro de un bolsillo sucio. Es muy probable que con la llave pulsemos el botón del ascensor. Por eso, es importante que las limpies siempre bien con una toallita antiséptica.

El fregadero se pasa gran parte del día mojado, por lo que muchos creen que debido a ello ya está limpio. Las bacterias y los restos orgánicos pueden acumularse en las paredes y en el fondo del fregadero, por lo que es importante darle una pasada con el estropajo cada día.

Los hongos y los microbios se van acumulando en las tablas cada vez que cortamos algo, por lo que es importante que estén bien limpias antes de volver a usarlas. Sumérgelas unos minutos en una mezcla de agua y vinagre para que se desinfecten.

Parece muy obvio, pero muchas veces los vamos dejando por pereza hasta el día siguiente. De esta forma no solamente conseguiremos que sean más difíciles de limpiar, sino que además pueden atraer insectos, especialmente en los meses más calurosos.

Cada vez que lavamos los platos, el estropajo absorbe las grasas de los restos de los platos, por lo que no podemos limpiarlo solamente con agua. Si no quieres que tu vajilla se llene de gérmenes, es importante que lo laves con jabón después de terminar y cambiarlo cada quince días.

Los paños de cocina son una de las partes con más bacterias de toda la casa. Si tenemos una familia numerosa, es habitual que los usemos todavía más, por lo que se ensucian con gran facilidad. Así pues, es importante que los laves a menudo o que los cambies.

Si no mantienes limpia tu cafetera, corres el riesgo de que se convierta en un verdadero nido de gérmenes. Y es que la humedad y el calor que genera la máquina crea el caldo de cultivo perfecto para ello.

La mesa en la que come la familia, que suele estar en el salón o en la cocina, debe vigilarse con especial atención. Sobre ella se posan las manos, los cubiertos, alimentos... Urge que esté libre de gérmenes. Por tanto, después de cada comida, hay que limpiarla.

Si vamos tocando los interruptores con las manos sucias, luego volveremos a coger bacterias, por lo es que es importante darles cada día con un paño húmedo y jabón.

Lo mejor que puedes hacer para evitar los hongos y el moho es limpiar los azulejos a diario, especialmente los de la pared de la ducha. Sólo tienes que pasar un paño limpio cada vez que vayas a ducharte para secarlos y evitar la proliferación de bacterias.

El baño es ya de por sí un nido de gérmenes. Teletrabajando y con toda la familia en casa, el uso del inodoro es mayor. Por ello hay que limpiar y desinfectar muy bien el botón de la cisterna.

Hay que limpiar más que nunca el lavabo, donde nos lavamos las manos, los dientes, la cara... No te olvides del grifo o del dispensador de jabón.

Aunque sea aburrido, es importante lavarlas con agua y jabón después de usarlas. De lo contrario terminarás esparciendo todas las bacterias que acumulan por tu rostro.

En estos días usamos más que nunca el portátil, la tableta, el ordenador... Y no solo los adultos: también los niños. Por ello, la familia debe ser consciente de la propagación de gérmenes. Todos los aparatos deben ser desinfectados y limpiados a diario, incluso varias veces al día si cambian de manos: el que coja la tableta después, debe tenerla ya limpia.