El coronavirus deja ya más de 17.100 contagiados y más de 700 muertes y por delante aguardan días todavía “más duros”. Lo ha asegurado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha anunciado que para combatir la emergencia sanitaria sin precedentes provocada por el COVID-19 se han incorporado 50.000 profesionales sanitarios nuevos para ayudar en la lucha en los hospitales, que permanecen colapsados ante la imparable curva de contagios.
“Más de 30.000 profesionales están a disposición y se han ido incorporando gradualmente al Sistema Nacional de Salud: 8.000 MIR, del cuarto y quinto curso, 11.000 profesionales de enfermería, que habiendo superados las pruebas selectivas no habían alcanzado plazas, y 10.000 estudiantes de enfermería y 7.000 estudiantes de medicina de los últimos cursos”, ha explicado, aportando unas cifras que su departamento ha elevado posteriormente de los 30.000 a los 50.000 en un comunicado.
La medida forma parte de los esfuerzos para “reforzar los recursos humanos y materiales del sistema de salud”.
Así mismo, Illa ha anunciado que se dictó una orden en materia de suministro para conocer, “en referencia a varios productos sanitarios considerados esenciales para la batalla contra el virus”, qué importadores y fabricantes disponían de estos productos y cuáles estaban en disposición de fabricar en España. En este sentido, ha dicho, se tiene ya un balance que se está estudiando de “qué producción nacional se puede desarrollar y qué cantidad de productos hay en nuestro país”. A este respecto, ha incidido, se han “reforzado todos los mecanismos de compra para conseguir aprovisionarnos, sobre todo, en materiales de protección demandados por los profesionales sanitarios”. Una compra que, ha dicho, “no impide que las comunidades autonómicas y otros agentes sanitarios puedan seguir realizando”. “En este sentido, hemos distribuido en los últimos días un millón y medio de mascarillas y hoy hemos distribuido 327.000 más en la red sanitaria”.
Más allá, ha aclarado, el Ministerio está trabajando para “garantizar la equidad y cohesión del sistema sanitario” para asegurar que el material esté disponible “donde haga más falta”, así como se están dedicando esfuerzos en organizar y supervisar la producción nacional de este tipo de productos para "garantizar que está al máximo ritmo y que se hace con la mayor eficiencia".