En tiempos de coronavirus y con un posible confinamiento a la vista, la decisión pone a las familias en una encrucijada ante el temor al contagio. ¿Qué destino es más seguro para pasar las vacaciones este verano? ¿La playa o la montaña?
La probabilidad de contraer el virus es prácticamente la misma en la playa o la montaña, a excepción del momento del baño: el mar y las piscinas cloradas son más seguras que el baño en ríos, lagos o pozas. El agua del mar, al ser salada, puede desactivar el patógeno, pero en las aguas dulces y sin tratar no se puede descartar completamente el riesgo de contagio, según fuentes de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) citadas por EFE.
En zonas de baño marítimas, la acción conjunta de la sal del agua del mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena actúan de forma conjunta contra los virus, recogen las recomendaciones del Ministerio de Sanidad sobre medidas de higiene en las playas.
Sin embargo, los ríos, los lagos y las pozas de agua remansadas son los medios acuáticos menos aconsejados para el baño, ya que la supervivencia del coronavirus puede ser mayor aquí, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
“Es mucho mejor elegir el mar o una piscina clorada que la poza, el río o el pantano”, puntualiza Federico Arribas, secretario de la SEE. En todo caso, la probabilidad de contagio “no es muy alta”, porque, como recuerda Arribas, el coronavirus “se transmite por vía respiratoria”, a través de las gotículas que salen despedidas de la nariz o de la boca cuando una persona infectada de Covid-19 tose, estornuda y habla.
Por ello, tanto en la playa como en la montaña, los riesgos asociados a la COVID-19 están relacionados fundamentalmente con la interacción entre personas. Es poco probable enfermar por el contacto con el agua, pero es aconsejable evitar los lugares de baño con aglomeraciones de personas, en los que es difícil mantener una distancia de seguridad, de al menos un metro.