La fase de desescalada parece acercarse. Ante la posibilidad de alcanzar pronto ese punto de comienzo de desconfinamiento, los pequeños negocios ya planean cómo actuar en la que va a ser una nueva etapa posiblemente complicada.
Podrían ser los primeros en reabrir sus puertas, por eso los pequeños comercios se reinventan. Felipe ya piensa en las medidas de seguridad para la apertura de su tienda de ropa. Lo mismo ocurre con las peluquerías. Fabiola ya está acondicionando su negocio.
Mamparas, aforo limitado, pago con tarjeta, mascarillas y guantes, e incluso reconductores de aire acondicionado. Toda prevención es poca para una reapertura que se ve cada vez más cerca.
Por ello, muchos negocios ya se han puesto manos a la obra. Cuanto más adelanten ahora, antes podrán abrir cuando se dé permiso para ello. Ya hace más de un mes que se declaró el estado de alarma y la mentalidad de los empresarios no es otra que la de recuperar cuanto antes todo el tiempo "perdido".