La hostelería en España vive uno de los peores momentos de su historia a causa del coronavirus. En su totalidad, 315 000 establecimientos se están viendo afectados en nuestro país (270 000 bares, restaurantes o pubs). Un informe de EY, Ernst & Young, destaca que este sector "es un pilar fundamental de la economía española", el cual está sufriendo en estos momentos una caída de la facturación del 40% o una pérdida de más de 600 000 empleos. Las medidas tecnológicas parecen mostrarse como una buena alternativa para garantizar mayor seguridad en la fase de desescalada.
"Desde la hostelería se está valorando que hay que implementar medidas tecnológicas claras, que mejoren el servicio, la confianza y la relación con nuestros clientes. Somos especialistas en segmentar clientes: pulseras de barra libre, de menores... las pulseras ayudarían. También se utilizan en otras compañías para registrar accesos. Esto lo podría pensar el Estado. No sabemos el coste que tendrían estas medidas tecnológicas, pero si se necesitan, habrá que implementarlas si es lo mejor. Nos tenemos que fijar en la fase de descalada en Dinamarca, Austria o la República Checa", señala a Informativos Telecinco el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, José Luis Yzuel.
"Es una situación extraordinariamente inédita, como nunca en la historia. Jamas se ha visto un sector totalmente cerrado con un empeoramiento casi diario. Carecemos de previsión: no tenemos datos, no conocemos condiciones de reapertura, ni fechas... Solo nos llegan informes y noticias, lo que genera tensiones. Las empresas no se pueden planificar, tampoco sabemos la flexibilidad de los ERTE. Hay muchos problemas con las medidas de apoyo, sobre todo, la financiación de los pequeños establecimientos", comenta Yzuel.
"Pedimos al Gobierno que se nos deje participar en las decisiones que haya que tomar. No vamos a discutir los términos sanitarios, pero de la gestión de nuestros establecimientos, de su vida, y del modelo de servicios, los que más sabemos somos nosotros. El mensaje es: dejadnos ayudar, vamos a trabajar juntos. Desde Sanidad señalan una verdad absoluta, y de la realidad de nuestro sector, sin embargo, no saben. Habrá cosas que no se podrán negociar, pero sobre el funcionamiento, nos tienen que consultar", asegura.
¿Veremos alta tecnología en los bares? "Estamos en una fase más de ocurrencia que de trabajo real. Hay que segmentar territorialmente, no puede ser lo mismo en todos lados: en un pueblo que no hay infectados, el bar de la localidad, ¿Tendrá que implementar las mismas medidas que un establecimiento en la zona cero? Yo creo que no. Las regiones, que han tenido un nivel de infección más bajo, no creo que tengan que tener las mismas medidas. No conocemos la desescalada. Los bares se van a acoger a lo que les pidan, lo que necesitan es abrir, cuando se pueda claro", añade. Desde hace unos meses se ha podido ver como países como China, entre otros, implementan medidas tecnológicas, como por ejemplo, la toma de temperatura a la entrada de restaurantes.
"Nos gustaría tratar otras medidas en regiones determinadas. Si hay que tener gel desinfectante en la puerta en establecimientos de dimensiones determinadas, o que pase un número determinado de personas, tener un metacrilato... Si el camarero resulta que es inmune, no puede contagiar, qué medidas tiene que tener ¿Tiene que llevar mascarilla o vale con un documento sanitario?", pregunta Yzuel.
¿Mascarillas en los bares? "¿Quién se ve con mascarilla entrando a un local? No sería normal, otra cosa es que alguno, voluntariamente, la quiera llevar. En Japón, pude ver el año pasado que, sin coronavirus, había mucha gente con mascarilla. También es importante transmitir seguridad", destaca.
"En cuanto a los alquileres, un problema gravísimo, parece que sí va a haber alguna decisión en el próximo Consejo de ministros del próximo martes. Vamos a ver que proponen. Hay locales que tienen una carga elevadísima que sus gastos, es el alquiler", concluye el presidente de la CEHE.