Las cifras del coronavirus no dejan de aumentar. El Covid-19, un día más, sigue infectándolo todo. En España ya son más de 260 los contagiados, –68 de ellos en menos de 24 horas–, y son 3 las muertes que registran un positivo por coronavirus. El último fallecimiento es el de una anciana de 99 años. Su caso es especialmente delicado porque residía en un centro para mayores, es decir, en un lugar con personas especialmente vulnerables con las que el coronavirus ha demostrado ser especialmente agresivo. Concretamente, se encontraba en la madrileña Residencia de La Paz, donde poco después de conocerse el fallecimiento de la nonagenaria se confirmaba que se habían registrado otros nueve positivos. Concretamente, el de otros ocho ancianos y el de una auxiliar de enfermería del centro.
De inmediato, se procedió a restringir el régimen de visitas, mientras Madrid decidía reforzar la medidas preventivas en centros de este tipo. La situación preocupa, y por eso la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología colabora ya con el Ministerio de Sanidad para elaborar un protocolo especial a nivel nacional para prevenir contagios en residencias de personas mayores; un nuevo foco caliente del Covid-19.
En declaraciones a los medios, la hija de la anciana de 99 años fallecida en Madrid ha asegurado que nadie le dijo que su madre tenía coronavirus. Se enteró leyendo los papeles de la muerte, –ha afirmado–, asegurando que estuvo dando besos y abrazos a su madre con total normalidad durante seis días hasta que murió.
“La hemos abrazado, nos ha tosido encima y nadie nos ha dicho nada”, ha contado, y por eso ahora ha pedido que le realicen la prueba a ella para saber si también está contagiada por el virus.
La respuesta que ha obtenido, sin embargo, ha sido negativa porque no tiene síntomas: “Me han dicho que ya me volverán a llamar para ver si cumplo los requisitos para poder hacer la prueba. Yo tengo asma”, ha explicado.
Mientras tanto, en la incertidumbre, sale a la calle con una mascarilla que ha decidido usar motu propio. “Nadie me ha dicho que tenía que ir protegida”, ha recalcado, denunciando su situación.
Su madre dio positivo por coronavirus tras la muerte, al igual que el primer fallecido relacionado con coronavirus en España, un hombre de 69 años que murió el 13 de febrero en el Arnau de Vilanova, Valencia, al que realizaron una necropsia para confirmar el caso. El otro fallecido con Covid-19, por su parte, es un hombre de 82 años en Vizcaya que tenía neumonía y patologías previas.
Son ellos, los ancianos, los que forman parte del colectivo más vulnerable, tal como refiere la estadística; esa misma estadística que no obstante, apunta que el índice de letalidad del virus se sitúa en torno al 2 y el 3%.
Sanidad quiere dejarlo claro. Por eso Salvador Illa, quien ya en el plató de Informativos Telecinco recalcó que “hay que preocuparse, pero no caer en estado de alarmismo”, insiste en que extremando el cuidado y siguiendo estrictamente las recomendaciones del Ministerio, podemos contener el brote:
“España, si se siguen los consejos de las autoridades sanitarias, puede contener el virus”, ha dicho literalmente el ministro de Sanidad.
Por el momento, esa es la pauta: seguir actuando de acuerdo al protocolo marcado en la denominada “fase de contención”. Por ahora no se adoptan medidas extraordinarias, previstas no obstante ante la posibilidad de tener que aplicar un escenario con mayores restricciones.
Entre tanto, el coronavirus sigue su avance en el resto del mundo y es solo China, un día más, quien está mostrando, –tras dos meses asediada por su violenta propagación y tras toda una retahíla de medidas drásticas que han englobado incluso la cuarentena de ciudades enteras, cerrando puertas y fronteras a cal y canto–, signos de estar conteniendo el temido Covid-19.
Concretamente, lo que hace tan solo un par de semana se contaba como 2.000 casos de contagio diarios, ahora cae a los 200 cada día. Allí, en el epicentro de la infección, donde ya usan incluso robots específicos de última generación para evitar la cercanía con los pacientes, el coronavirus parece estar remitiendo.
Mientras, en el resto del planeta su expansión continúa imparable, al tiempo en que la Organización Mundial de la Salud contempla “profundamente preocupada” como aumenta el número de países infectados: ya son al menos 86, lo que se traduce en más de 95.200 contagiados y más de 3.200 muertes.
Entre la preocupación y el miedo, la pregunta que se realizan ya muchas naciones es cuánto durará todo esto. Hasta qué punto el coronavirus se seguirá extendiendo.
Tras China, los otros dos países más afectados, esto es, con el mayor número de muertos, son Italia e Irán, con más de un centenar. Ambos han decidido cerrar colegios e universidades para intentar aplacar la crisis.
El Covid-19 está alterando todo: desde la vida de los ciudadanos, sus costumbres y tradiciones, –especialmente ahora, en fechas que aventuran numerosas manifestaciones religiosas en distintos puntos del mundo–, hasta la economía, lastrada por las innegociables políticas de contención del virus y su impacto internacional. El miedo se ha extendido por las bolsas de mercado de todo el mundo, y también las aerolíneas, el turismo y sus sectores están tambaleándose por sus efectos.