Un estudio realizado a más de 5.000 personas en Estados Unidos reflejó que las personas que toman refrescos edulcorados podrían estar engañándose a sí mismos. Según los científicos, consumir bebidas dietéticas puede hacer que las personas tengan más probabilidades de aumentar de peso.
El motivo es que, como tienden a consumir la misma cantidad de azúcar que cualquier otra persona, sienten que pueden y merecen disfrutar de alimentos poco saludables. Además, los expertos aseguran que los químicos contenidos en edulcorantes artificiales pueden modificar las bacterias en el intestino y hacer que las personas sean más propensas a ganar kilos o a desarrollar enfermedades como la diabetes.
Este estudio se suma a una creciente cantidad de investigaciones que han encontrado efectos dañinos para la salud por el consumo de bebidas dietéticas. Otros científicos han relacionado las mismas con problemas con el corazón y la circulación y han descubierto que aumentan el riesgo de demencia o de accidente cerebrovascular.
El profesor Peter Clifton, de la Universidad de Australia del Sur, y sus compañeros se propusieron averiguar si los edulcorantes tenían un efecto sobre el riesgo de diabetes tipo dos en las personas. Esta forma de diabetes es causada principalmente por una dieta poco saludable y la falta de ejercicio, lo que impide que el cuerpo pueda procesar o controlar el azúcar de manera saludable.
Su estudio encontró que había alguna evidencia de que las bebidas dietéticas 'modificaron' las bacterias en el sistema digestivo, pero no hay pruebas de que causaran diabetes. El equipo estudió los edulcorantes sacarina, esteviósido, ciclamato, aspartamo, acesulfamo-K, sucralosa, neotamo y advantame.
Clifton agregó que el número de niños que consumen beben bebidas dietéticas se ha triplicado en los últimos 20 años y ha aumentado en un 54% entre los adultos. Los edulcorantes se usan en lugar de azúcares reales (glucosa, fructosa y sacarosa) y generalmente no contienen calorías.