La conjuntivitis es una de las posibles manifestaciones clínicas de la enfermedad por coronavirus y padecerla puede suponer el primer síntoma de haber contraído infección.
Y es que como destacan diversos estudios, algunas de las secuelas de el coronavirus han afectado principalmente a los ojos, con síntomas como, por ejemplo, congestión conjuntival u ojos rojos, visión borrosa, sequedad ocular y hasta conjuntivitis vírica.
Ya el pasado año, oftalmólogos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid realizaron un estudio en el que revelaban que uno de cada diez pacientes hospitalizados podría desarrollar conjuntivitis relacionada con Covid-19 durante alguna de las etapas de la misma.
La conjuntivitis asociada a Covid-19 se puede presentar en uno o ambos ojos, con síntomas como ojo rojo, acompañado de lagrimeo o leve secreción. Además, suele ser una condición que se resuelve espontáneamente en dos o cuatro días y no se han identificado, por el momento, secuelas visuales ni complicaciones graves asociadas.
En este sentido, los autores señalaron que la actual prevalencia de la conjuntivitis entre pacientes con Covid-19 puede estar "infraestimada", lo que se puede explicar porque pacientes leves, o muy leves, no han sido conscientes de padecer la enfermedad; y por el desconocimiento de esta sintomatología, especialmente durante el comienzo de la pandemia.
El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) ya ha aconsejado en repetidas ocasiones a los tres millones de españoles que usen lentillas que extremen las medidas de higiene frente al Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
Y es que, pese a que no hay evidencia que sugiera un mayor riesgo de contagio de la Covid-19 por el uso de lentes de contacto o gafas, si es cierto que algunas de las secuelas de esta enfermedad han afectado principalmente a los ojos.
Por eso, la organización ha señalado que en la 'nueva normalidad', el mantenimiento, limpieza y desinfección regular y adecuada de las lentillas juega un papel "crítico". "El no llevar a cabo un mantenimiento adecuado de las lentes de contacto multiplica exponencialmente el riesgo de padecer infecciones de la superficie ocular", ha avisado.
Según el CGCOO, además de la limpieza, lo importante es que se haga una buena desinfección de las lentes de contacto, es decir, que las lentes queden limpias y que además se eliminen los restos de conservantes y otras moléculas que pueden quedar en la superficie de la lente de contacto.
Del mismo modo, la organización ha destacado la importancia de que los usuarios de lentes de contacto sigan las recomendaciones que los profesionales de la visión les explicaron el primer día del uso de lentillas y contar con los productos de limpieza higiénicos validados.
Entre estos consejos destacan lavarse las manos intensamente con agua y jabón antes de retirar las lentes de contacto, tocar el portalentillas o el bote de lentillas y usar toallas de papel desechables para sacarlas; frotar y enjuagar las lentes de contacto siempre al quitarlas con el producto recomendado antes de guardarlas en el estuche; Cambiar diariamente el producto desinfectante de conservación del estuche de las lentes quincenales, mensuales o trimestrales; dependiendo del tipo de lente, respetar su uso; y si se padece conjuntivitis, retirar y desechar las lentes de contacto en uso y no volverlas a usar hasta que se esté totalmente curados.