Los medicamentos son buenos aliados cuando se toman de forma de segura, de lo contario pueden acarrear una serie de riesgos para nuestra salud causando el efecto contrario al deseado. ¿Cómo debes tomarlos?
Pocas veces nos leemos los efectos secundarios de los medicamentos que tomamos porque, en general, la lista es larga y alarmante. No obstante, siempre que los tomemos es fundamental hacerlo de la manera y en la cantidad que indica la prescripción o bajo indicación de un farmacéutico. Generalmente, estos efectos no deseados suelen ser dolor de estómago u otro tipo de malestar físico, pero en otras ocasiones los medicamentos pueden causar incluso daños en el hígado. Estas son las pautas fundamentales para tomarlos de forma segura:
La temperatura es una de las cosas que afecta mucho a la hora de que aparezcan efectos secundarios con los medicamentos, sobre todo si tomamos varios tipos por nuestra cuenta. Generalmente, se deben almacenar a temperatura ambiente y constante, en un lugar donde no haga demasiado calor y no haya humedad.
Existen excepciones, como en el caso de las insulinas, que deben conservarse entre 2 y 8°C, esto significa que hay que meterlos en la nevera y nunca en el congelador.
Si tomas un medicamento concreto de manera diaria, lo suyo es consultar al médico qué momento del día es mejor para tomarlo y hacerlo siempre a la misma hora, por lo que es aconsejable tener costumbre de hacerlo en un momento que nos venga bien.
Los medicamentos se pueden tomar de muchas maneras: se pueden ingerir, inyectar, inhalar, aplicar sobre la piel. En cualquier caso, nunca debes alterar su forma a menos que el prospecto o un especialista de digan que puedes hacerlo sin riesgo. Si la pastilla tiene una ranura, significa que puedes cortarla, pero no todas pueden machacarse, al igual que los parches de la piel no deben manipularse con unas tijeras.
En el caso de los jarabes, han de tomarse siempre líquidos usando una jeringa o una cuchara medidora.
Si te olvidas de tomar una dosis o piensas que la cantidad indicada para ti es insuficiente, no dupliques la dosis. Esto es bastante común en medicamentos de venta libre, y puede tener riesgos para nuestra salud como hacer que suba la tensión o causar molestias de estómago.
Esto depende del medicamento. Si la recomendación del prospecto o del médico o farmacéutico es tomarlo con las comidas, hay que hacerlo durante o justo después de comer. Pero si hay que tomarlo sin comida, hay que dejar pasar al menos dos horas entre la comida y la toma del medicamento, para evitar que el alimento interfiera en la absorción del principio activo del fármaco.
A veces, podemos sentirnos tentados a dejar de tomar un medicamento antes del tiempo indicado por el médico porque nos sentimos mejor, pero esto es un error.
Al igual que no debes tomar medicamentos por tu cuenta cuando te encuentres mal sin recomendación experta, y no debes prolongar los tratamientos, tampoco debes dejar de tomar la medicación que te indique un médico antes de tiempo.
Los medicamentos llegan a nuestros mares y ríos y los contaminan afectando a peces y otros animales, así como especies de plantas, incluso llegando al agua de consumo. Por ello, si tienes en el botiquín de tu casa medicamentos caducados, debes depositarlos en el Punto SIGRE de la farmacia. De esta manera, te asegurarás de que se produce un correcto tratamiento medioambiental de estos residuos.