Llevar la mascarilla correctamente colocada no es lo único que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar este tipo de protección frente al coronavirus. También es importante comprobar que están debidamente homologadas de seguridad, según recuerdan los expertos.
La llegada de las nuevas variantes británica y sudafricana ha puesto en alerta a media Europa, que busca cómo frenar la curva imparable de casos. En Alemania, Francia debido a su mayor filtración y protección frente a las partículas que circulan en el ambiente.
De este modo, algunas comunidades autónomas de comunidades autónomasEspaña como Galicia han pedido también que sean obligatorias. Otras como Castilla y León también lo ven como buenos ojos y en Andalucía, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha reclamado al Gobierno que rebaje el IVA de las FFP2 para favorecer su utilización.
Estas mascarillas, con una eficacia de al menos el 92% frente a virus como la covid-19, permiten proteger a los demás del contagio, pero también a uno mismo. Sin embargo, como en otros muchos productos, ante el aumento de la demanda surge un mercado paralelo de falsificaciones para aprovechar el tirón del momento.
Una mascarilla solo podrá garantizar su autenticidad estando homologada. Para saber si lo está, debemos comprobar que está aprobada por el Reglamento de la UE 2016/425 y por la norma EN149:2001+A1:2009. Por tanto, tendrá que contar con esta nomenclatura en su envase.
Asimismo, en su etiquetado debe reflejar si es reutilizable o no reutilizable con las letras R o NR, respectivamente, y especificar el nombre de la empresa productora.
Por último, el producto también deberá contar con los cuatro números del organismo notificado junto a las iniciales de la Comisión Europea (CE). En este caso, dependerá de cada país.
Por ejemplo, en España los cuatro números son 0099. Aunque los más comunes, según explica la farmacéutica Gemma del Caño, son 2163 y 2834. El resto se pueden consultar en la regulación 2016/425 sobre equipos de protección que recoge el portal de la Comisión Europea.
Dentro del tipo de mascarillas FFP2, las del tipo KN95 son las más comunes en nuestro país. La mascarilla KN95 es el equivalente a la mascarilla FFP2 para el mercado asiático, concretamente China. En cambio, la FFP2 está certificada para el mercado europeo.
La diferencia entre ambas radica en que mientras en Europa estos productos tienen que superar regulaciones y exámenes oficiales muy exigentes, en el caso de la KN95 es el propio fabricante el que homologa y certifica el producto.
El Gobierno permitió la venta de mascarillas KN95 en los primeros compases de la propagación del covid porque hubo un problema de abastecimiento, siendo en ese momento un producto válido en una situación de emergencia.
Actualmente no existen estos problemas de suministro, y por ello el Gobierno a partir del pasado 30 de enero ya no permite poner a la venta estas mascarillas al considerarse no homologadas.
Sin embargo, como explica del Caño en Twitter, desde China sí que pueden enviar sus mascarillas a Organismos Notificados válidos para que comprobar que sus productos cumplen con la norma europea.