De la textura al olor: ¿cómo saber si la crema solar está caducada?

  • La crema solar, como cualquier otro cosmético, tiene fecha de caducidad: pasada esa fecha, su eficacia se verá comprometida

  • En el caso de la crema solar, tendemos a extender su uso más allá del año, lo que puede poner en riesgo nuestra piel

  • Algunos trucos para detectar una crema solar en mal estado son la presencia de una textura no uniforme o de mal olor

La respuesta a la pregunta de cómo saber si tu crema solar puede parecer bastante obvia: basta con consultar la fecha de caducidad del envase, como haríamos con cualquier otro producto. Sin embargo, a nadie se le escapa que son miles los españoles que utilizan crema solar de forma defectuosa, muchas veces por intentar 'estirar' su vida útil de verano a verano. También es posible que este producto se eche a perder antes de tiempo debido a una mala conservación: en esos casos, lo mejor será desecharlo y adquirir un nuevo producto en buen estado. ¿Cómo saber si la crema solar está caducada? ¿Qué signos nos muestran que una crema solar está en mal estado?

¿Cómo saber si la crema solar está caducada?

El resultado de aplicar en nuestra piel una crema de protección solar caducada o en mal estado es idéntico: ponernos en peligro y exponernos a quemaduras y a enfermedades cutáneas.

En este sentido, la forma más sencilla de saber si, en principio, un bote de crema solar se encuentra en buen estado o si, por el contrario, se encuentra caducado, es consultar la fecha que indica el propio envase.

Se trata de una fecha de uso preferente, aunque siempre se recomienda que, si la crema se comenzó a utilizar en una temporada anterior (por ejemplo, el verano pasado), se opte por comenzar un envase nuevo y dejar de usar el antiguo. Y es que el hecho de que el envase de un producto haya permanecido abierto durante largo tiempo puede provocar que su contenido deje de ser todo lo efectivo que debería.

Por ejemplo, no es raro que, al usar una crema del verano anterior, ésta haya dejado de tener una textura homogénea, por mucho que la agitemos. Esto puede deberse a su exposición a altas temperaturas, a que no se haya cerrado correctamente... o, en general, sencillamente, debido al paso el tiempo. Si cambia de aspecto, de color o tiene un olor desagradable, no debemos utilizar la crema solar, tal y como apunta la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Además, aunque no hayamos abierto el envase en ningún momento, debemos tener en cuenta que la fecha de caducidad seguirá siendo la misma, independientemente de que no la hayamos utilizado jamás. Para conocer cuándo debemos desecharla una vez abierto nos tocará buscar en el envase la figura de un tarro con la tapa abierta y el número que hay en su interior.

De forma orientativa, este tipo de producto suele caducar a los 9 meses o al año tras su apertura, o bien en su fecha de caducidad. Estos tiempos pueden reducirse si su almacenamiento no es el adecuado: las cremas solares deben guardarse siempre bien cerradas y en un lugar seco, sin exposición a la luz solar.

Por último, conviene recordar que siempre debemos usar un factor solar elevado y que es mucho mejor 'pasarse' que no llegar: de forma general, los expertos recomiendan utilizar siempre factor de protección alta (SPF 50) en las primeras exposiciones solares y solo en algunos casos, y a medida que la piel se acostumbre y desarrolla protección natural (el bronceado), se puede reducir la intensidad pasando a una protección SPF 30. También es importante repetir la aplicación cada cierto tiempo durante la exposición solar.