Cómo proteger a los niños y bebés del sol en la piscina y en la playa durante el verano
La protección solar de los niños es fundamental, incluso más que en los adultos: con la llegada del verano se recomienda prestar atención a la piel
El dermatólogo Guillermo Solano asegura que "la piel tiene memoria": las quemaduras en la infancia presentan riesgos para la edad adulta
Protección solar, junto a otras medidas: evitar horas centrales del día, ir por la sombra, llevar gorra y botella de agua
La protección solar de los niños es fundamental, incluso más que en los adultos. Con la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas conviene tomar una serie de precauciones con los menores en la piscina y la playa, sobre todo en el cuidado de la piel. Así lo indica en Informativos Telecinco el doctor Guillermo Solano López, dermatólogo con máster en dermatología estética y director de la Clínica Dermatológica Dermimed.
Las quemaduras del sol en niños presentan riesgos: el cuidado de la piel es crucial
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El dermatólogo, ante la llegada de las vacaciones, subraya la importancia de la foto-protección en los niños, especialmente para prevenir riesgos: "Una quemadura en la infancia o en la adolescencia puede ser determinante para la aparición de determinados tipos de tumores y cánceres cutáneos en la edad adulta. La piel tiene memoria".
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"Una quemadura en la infancia o en la adolescencia se sabe que es un factor de riesgo, por ejemplo, para desarrollar melanoma posteriormente", agrega el doctor Solano. La protección de la piel de los niños es crucial. Las recomendaciones del experto son las siguientes:
- Los niños deben exponerse al sol sin protección lo menos posible
- Deben evitar las horas centrales del día, entre las 11:00 y las 16:00 horas
- Las exposiciones deben ser cortas y se debe aplicar protección solar
- Los niños, sobre todo hasta los 6 años, deben utilizar una protección muy alta: factor protección por encima de 50
El doctor Guillermo Solano: "Un bebé se quema mucho más fácil que un adulto"
bebé se quemamás fácilEl doctor Solano apunta que la luz del sol tiene mayor o menor impacto en función de la edad: "Es evidente que un bebé se quema mucho más fácil que un adulto, o que una persona mayor que prácticamente no sale de casa, es más sensible que una persona que trabaja en la calle". Por ello sugiere prestar más atención a los niños y la población mayor con las altas temperaturas.
Si hablamos solo del calor, sin centrarnos en el cuidado piel, también se aconseja que los menores circulen por la calle por la sombra -sobre todo en horas de altas temperaturas-, llevar consigo gorra y una botella de agua (para hidratarnos y evitar mareos), y alertar a las autoridades sanitarias en caso de observar algún síntoma sospechoso. Unas pautas que también se recomiendan para la población mayor.