Han pasado ya tres meses desde que despidieron a Dafne G. de su primer trabajo. La joven de 24 años trabajaba en una academia privada de Madrid dando clases particulares y, como ella nos relata, disfrutaba, se le daba bien y tenía perspectivas de futuro, o al menos eso pensaba hasta que le comunicaron el despido. “Cuando me lo dijeron se me paró el mundo, y desde entonces no paro de dar vueltas a si valgo para esto. Me ha dejado la autoestima muy tocada”, confiesa.
A las dudas legales que tiene Dafne, que ya ha consultado con un abogado laboralista, se suma el malestar psicológico que ha provocado esta situación. “Es un shock. Te sientes completamente inútil. Han pasado tres meses y todavía no me atrevo a echar currículums en otro sitio. Me da miedo un rechazo”, reconoce abiertamente. “Y sé que tengo suerte, porque mi pareja tiene trabajo. Al final lo estoy pasando mal no por el agobio económico, sino por la sensación que me ha quedado de que no valgo para nada o de que si encuentro otra cosa, me pueden volver a echar sin esperármelo. Esa incertidumbre me está haciendo mucho mal”.
Su situación no es un caso aislado, y es que son muchos los españoles que han perdido su trabajo en estos últimos dos años a raíz del coronavirus. Concretamente, 438.617 empleos menos y 401.328 parados más, según los ministerios de la Seguridad Social y de Trabajo, entre marzo de 2020 y marzo de 2021.
Tras perder algo importante para nosotros, es necesario pasar por un periodo de duelo. El duelo está muy normalizado cuando lo que hemos perdido es una persona, por ejemplo, tras un fallecimiento o una ruptura, pero también es habitual al perder algo simbólico. Al acabar la universidad, dejamos de ser ‘estudiantes’ después de toda una vida adscritos a ese rol, y esto puede suponer un duelo. Lo mismo ocurre cuando nos embarcamos en la vida laboral y perdemos un trabajo. Los despidos son detonantes del duelo.
Durante el duelo tras un despido sentiremos muchas emociones, algunas de ellas opuestas. Tristeza por lo que hemos perdido, alegría por las nuevas oportunidades que están por llegar, rencor hacia nuestro jefe por despedirnos o hacia nuestros compañeros por ‘haber sobrevivido’ al despido, decepción con nosotros mismos, culpabilidad… Todas estas emociones son normales, no las reprimas.
La gran pregunta es cuánto dura el duelo, y la respuesta depende de la persona y de las estrategias de afrontamiento que ponga en marcha. Hay quienes necesitan meses para superar la frustración provocada por el despido, y quienes tras un par de días son capaces de seguir adelante. No es cuestión de compararte con otros, porque eso no te servirá de nada, pero sí puedes aprender las herramientas para afrontar el despido de la mejor forma posible.
1. Asegúrate de que todo es legal
El primer paso es quizá el más obvio, pero también el que pasa más desapercibido porque estamos tan enfadados o tristes que no nos paramos a pensar en la legalidad del despido.
Habla con un abogado laboralista, con alguna asociación gratuita que ofrezca asesoramiento legal, o con tu sindicato. Ellos te darán las pautas para actuar.
2. Dedica un par de días a procesar lo sucedido
Quieres hacer cosas, lo sé. Enviar currículums, matricularte en un curso, aprender japonés… Cualquier cosa con tal de sentirte útil y productivo. Pero es importante parar, relajarte y desconectar durante un par de días.
Dedica este periodo de tiempo a descansar y a dejarte apoyar por tu entorno.
3. Analiza tus finanzas
Tras el descanso, es un buen momento para coger papel y bolígrafo y analizar tus finanzas. Apunta todo: tus ahorros, tus gastos fijos mensuales (alquiler, luz, agua, Netflix, HBO, Amazon Prime, Spotify…) y lo que sueles gastar en ocio al mes (salir de cañas, comprarte ropa o un juego de mesa…).
Si estás apurado económicamente, reduce los gastos más superficiales. No tienes que suscribirte a todas las plataformas de streaming. También puedes modificar tu ocio para que sea más sostenible económicamente. Por ejemplo, haciendo una noche de cine en casa en vez de ir al cine o un concurso de tapas con amigos en vez de ir a cenar fuera.
4. Realiza un análisis DAFO
Pasado ese periodo de descanso, aprovecha para realizar un análisis de tus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (DAFO). ¿Qué es esto y para qué sirve? Muy sencillo, es una forma de visualizar tus puntos fuertes y débiles en el trabajo, las oportunidades laborales que puedes aprovechar y los inconvenientes para lograrlas.
Es muy útil adaptar el análisis DAFO a las empresas en las que queremos trabajar. Un ejemplo sería el siguiente:
El análisis DAFO no solo es útil para conseguir un trabajo, sino que también te ayudará a mejorar tu autoestima, que seguramente se haya visto resentida tras el despido.
5. Haz lo que tú quieres, no lo que los demás te aconsejan
Ahora tienes que prestar atención a tus necesidades. La gente te va a dar muchos consejos. Algunos te gustarán, algunos te servirán, algunos te resultarán inútiles y algunos te molestarán. Por eso es importante centrarte en lo que tú quieres.
¿Te apetece estudiar un curso de algo que no tiene nada que ver con lo que has estudiado en la universidad? ¡Adelante! Es el mejor momento. ¿Quieres buscar trabajo fuera de España y dar un cambio a tu vida? ¡Buena idea! ¿Te apetece comenzar un voluntariado porque económicamente puedes permitirte estar un par de meses sin trabajo? ¡Genial! Seguro que aprendes mucho. Sea lo que sea lo que te apetezca, esfuérzate para conseguirlo y deja la vergüenza en casa.
Cuando te despiden por primera vez, sobre todo si no te lo esperabas, es muy habitual sentir un miedo intenso a la hora de comenzar otros proyectos.
Este miedo nos puede paralizar, y por eso no enviamos nuestro currículum ni intentamos conseguir un trabajo nuevo. Si no lo intentamos, no nos rechazarán. El problema es que tampoco estamos abriendo la puerta a nuevas posibilidades laborales más enriquecedoras y con mejores condiciones.
Ahora imaginemos que has echado tu currículum en varias empresas y te han llamado de una. Empiezas a trabajar, pero todos los días te levantas con el mismo pensamiento: ¿Y si me despiden de repente?
Recuerda que lo que sucedió fue un hecho aislado. Ese despido no define tu valor como persona y mucho menos como profesional. Y si te han contratado en esta nueva empresa, es porque cumples con el perfil que ellos buscaban. Te quieren allí y te has ganado tu puesto.