No han dejado de trabajar desde el confinamiento. Enfermos de esclerosos múltiple, personas que son grupos de riesgo, gente que depende de los demás. No solo los cuidan. Les ayudan a resistir, que no tienen miedo a contagiarse. "Ellos nos aportan más ellos que nosotros", confiesan y es su sentir general. Muchas de las personas que reciben sus cuidados son mayores. Y sí, lo agradecen. Algunos no pueden salir a la calle aunque a partir del 2 de mayo puedan.
La empresa Familiados, creada hace cinco años por un grupo de emprendedores de Pamplona, ha abierto su base de datos, que incluye los perfiles de casi 13.000 personas, a centros sociosanitarios y residencias de mayores españolas para que pueden contratar profesionales durante la emergencia causada por el coronavirus.
Familiados es una plataforma web especializada en atención domiciliaria para servicios puntuales y urgentes, como el acompañamiento a una cita médica o la atención a un enfermo durante una convalecencia, explicaba Libertad Pérez, "Libi", encargada de desarrollo social de la empresa, a la agencia EFE. La idea original era profesionalizar la atención domiciliaria puntual, no a largo plazo, pero la crisis del coronavirus ha trastocado la actividad de esta empresa, como la de tantas otras en España.
La mayoría de las personas cuidadoras son mujeres, sobre todo con edades de 27 a 50 años y con perfiles profesionales muy variados, como enfermeras, auxiliares de enfermería, técnicos de atención a la dependencia o educadores sociales, porque "cada persona necesita un tipo de cuidado diferente", ha destacado la portavoz de Familiados. Es un trabajo que tiene muchísima connotación de carga emocional, pero yo creo que eso ha sido siempre así, porque es un trabajo muy vocacional, de gente que tiene esa vocación de ayudar, de cuidar y de acompañar, como siempre lo han tenido", apunta.
Cuideo, la startup española de cuidado de mayores a domicilio ha experimentado un gran crecimiento en medio del confinamiento por el coronavirus.
La Fundación Luzón también ha lanzado la campaña "Ayúdanos a cuidarles" para adquirir 700 equipos básicos de protección individual para los afectados por la ELA, que han visto sus dificultades diarias agravadas por la pandemia del Covid-19. En un comunicado, la fundación explica que a estos enfermos, especialmente sensibles a cualquier enfermedad que se pueda manifestar con una infección respiratoria, se les han suspendido sus terapias y se les ha reducido al mínimo la atención domiciliaria.
"Mientras que las autoridades sanitarias aconsejan evitar todo tipo de contacto social, los enfermos de ELA necesitan de ese contacto para vivir", asegura la fundación, que denuncia que desde el inicio de la epidemia más del 70 % de los afectados "están siendo atendidos por un único cuidador en la mayoría de los casos". Según explica la Fundación Luzón, un 80 % de estos familiares son los encargados de realizar las compras y en muchos casos también son personas de riesgo.
Pese a ello, la fundación denuncia que estos enfermos no están considerados un colectivo de riesgo y sus cuidadores y familiares no están recibiendo el material de protección adecuado para salir a la calle. Además, aseguran que más de la mitad de los enfermos de ELA en España manifiesta haber empeorado su situación durante el confinamiento, con pensamientos negativos que les impiden conciliar el sueño, así como con un gran miedo a ser contagiados. Esos también necesitan ayuda para resistir.