Pruebas masivas por casi un centenar de casos en los últimos días de la variante Delta. Es "el momento más aterrador desde que comenzó la pandemia", admite la primera ministra del estado australiano de Nueva Gales del Sur, que anuncia un confinamiento de al menos dos semanas en la ciudad de Sídney y áreas cercanas.
En Australia, la vacunación -clave para frenar estos contagios- avanza muy lentamente, con apenas el 4,4% de la población con la pauta completa y un 19% con una dosis. La variante Delta, detectada por primera vez en la India, es un 60% más contagiosa que la alfa, la británica, y un 50% más que la de China en 2020.
Es la más transmisible de todas las identificadas hasta ahora, certifica el director general de la OMS, que asegura que ya está presente en 85 países. Se ha extendido rápidamente en zonas con bajos índices de vacunación en Asia, África y Latinoamérica.
Todo mientras irrumpe una nueva mutación llamada Delta Plus, todavía residual, pero de la que ya hay estudios que anticipan que podría ser más resistente. Faltan vacunas y la situación en países de bajos ingresos, sobre todo en África, alertan desde la Organización Mundial de la Salud, es muy preocupante.
Por eso en Europa, a pesar del aumento de casos por esta variante en Reino Unido y Alemania, entre otros países, no se registra de momento una mayor presión hospitalaria al tener a gran parte de su población de riesgo ya vacunada.
Mientras, en Israel el objetivo es llegar cuanto antes al 80% de vacunados para detener los contagios por esta variante que ha hecho que vuelvan a ser obligatorias las mascarillas en interiores.