Benito no se va del hospital, no cura cuerpo sino almas y ahora cree que es más necesario que nunca con gente que deja la vida sin decir adiós a los seres queridos. El sacerdote es el capellán del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Lo confiesa en una entrevista en el medio Atlántico. “No he salido del hospital. Para que no se contaminaran todos los capellanes, decidí quedarme y cuando yo caiga, si es que caigo, otro me sustituirá, pero de momento estoy aquí”.
Está sereno Benito, porque sabe que su tiempo se lo dedicará a la gente. Y esta enfermedad está provocando que la gente se enfrenta a sus miedos y a la soledad. Benito reconoce que ahora nos estamos dando cuando que nada es más duro que no poder abrazarse, tocarse, llorar juntos, y ahora se ve más clara que nunca la importancia de la amistad. De esos mensajes que reconfortan.
Benito pide recordar estos momentos cuando nos invada la soberbia, la falta de comunicación, la soberbia