Barcelona y Lledia se encuentran desde en la fase 3, con lo que casi 37 millones de personas, el 78 por ciento de la población española, están ya en la última etapa de la desescalada frente al coronavirus. La Comunidad de Madrid ha decidido pisar el freno y no pasará a la nueva normalidad este domingo, cuando termina el estado de alarma. Va a establecer su desescalada particular.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica la orden del Ministerio de Sanidad que incorpora las regiones sanitarias de Barcelona y Lleida a la fase 3 y convierte a Cataluña en unidad territorial única, con capacidad de movimiento por toda la comunidad.
La decisión se ha adoptado "ante la evolución epidemiológica positiva y el oportuno cumplimiento de los criterios establecidos".
Con esta orden, la Generalitat de Cataluña se convierte en la autoridad competente para la adopción, supresión, modulación y ejecución de las medidas de desescalada en su territorio, salvo para las vinculadas a la libertad de circulación.
Tras la incorporación de las últimas regiones sanitarias catalanas a la fase 3, solo quedan en fase 2 las provincias de Madrid, Ávila, Salamanca, Segovia y Soria.
La Comunidad de Madrid, que al principio quiso llevar el mismo ritmo de desescalada que la mayoría, ahora echa el freno. Cuando el domingo termine el estado de alarma no pasará a la nueva normalidad directamente. Tendrá una desescalada propia, que detallará el viernes.
Por otro lado, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido al Gobierno central mayor control de la gente que aterrice en Barajas, dado que el día 22 se abre el espacio Schengen permitiendo la libre circulación de personas.