La polémica por el uso de la hidroxicloroquina, el medicamento contra la malaria que se ha promovido como un posible tratamiento para la Covid-19, continúa. A pesar de que diversos estudios apuntaban su falta de indicios y sus posibles consecuencias, ahora hay varios expertos que se retractan de sus investigaciones.
Así, tres de los cuatro autores del artículo científico que desaconsejaba el uso de la hidroxicloroquina se han retractado. Dudan en la calidad de los datos con los que han trabajado y han pedido a la empresa que los suministros se puedan revisar, algo a lo que se ha negado.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado que el ensayo 'Solidarity', impulsado por el organismo sanitario internacional, va a retomar las investigaciones con el fármaco hidroxicloroquina, después de que la semana pasada se suspendieran temporalmente ante un posible aumento del riesgo de muerte y enfermedades cardiacas.
"Esta decisión se tomó como precaución mientras se revisaban los datos de seguridad. El Comité de Seguridad y Vigilancia de Datos del Juicio de Solidaridad ha estado revisando los datos. Sobre la base de los datos de mortalidad disponibles, los miembros del comité recomendaron que no hay razones para modificar el protocolo del ensayo. El Grupo Ejecutivo recibió esta recomendación y aprobó la continuación de todas las ramas del ensayo, incluida la hidroxicloroquina", ha avanzado Tedros en rueda de prensa este miércoles.
El director de la OMS ha precisado, no obstante, que el Comité de Seguridad y Vigilancia de los Datos "seguirá vigilando de cerca" la seguridad de todos los fármacos del ensayo 'Solidarity'. Hasta ahora, se han reclutado más de 3500 pacientes en 35 países, según ha informado Tedros.
El continente americano sigue siendo el que presenta el mayor número de casos de COVID-19. "Nos preocupa especialmente la situación en América Central y del Sur, donde muchos países son testigos de epidemias aceleradas. También observamos un número creciente de casos en el Mediterráneo oriental, el Asia sudoriental y África, aunque las cifras son mucho menores", ha advertido Tedros, puntualizando que el número de casos de COVID-19 en Europa "sigue disminuyendo". De hecho, ayer se registraron los menores casos notificados en el 'viejo continente' desde el 22 de marzo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha sufrido efectos secundarios inmediatos del consumo de hidroxicloroquina, un fármaco utilizado habitualmente contra la malaria y al que el mandatario norteamericano recurrió como medida de prevención frente al coronavirus, a pesar de la falta de indicios, según los últimos exámenes médicos.
La Casa Blanca divulgó el miércoles los resultados de estos análisis, realizados entre noviembre de 2019 y abril de 2020, y en los que se demuestra que el presidente "sigue estando sano", según el informe firmado por el médico personal, Sean Conley, y recogido por medios locales.
Los niveles de azúcar en sangre, colesterol y presión arterial están dentro de los rangos considerados normales, si bien Trump ha ganado medio kilo y ronda ya los 110,5. Dado que mide 1,90 metros, el presidente tiene un índice de masa corporal de 30,49, superior al umbral de 30 en el que los expertos establecen la obesidad clínica.
Precisamente la obesidad del presidente fue utilizada como argumento por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para advertirle recientemente de los riesgos del consumo de hidroxicloroquina. Sin embargo, el inquilino de la Casa Blanca completó sus dos semanas de medicación "de forma segura y sin efectos secundarios", en palabras de su médico.