La pandemia por coronavirus ha causado más de 360 600 fallecimientos en todo el mundo. España, que ha sido uno de los países más afectados, avanza en la desescalada ante la disminución de casos de contagios y decesos. El pico de la curva de la epidemia parece estar superado. Sin embargo nadie olvida que los hospitales llegaron a estar colapsados cuando todo empezó. Y la cosa no ha terminado, aunque la situación es diferente. Para entender el momento actual, el presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, SEMES, explica las claves.
El perfil actual del paciente que ingresa por el SARS-CoV-2, por lo general, no es el mismo que el de hace un mes, según los expertos. "Se trata de pacientes que normalmente han padecido ya la infección, con probabilidad o de forma segura. Cuadros catarrales, odinofagia (dolor al tragar), fiebre, dolores musculares, cefaleas (dolor de cabeza). Algunas alteraciones cutáneas (piel). Problemas cardiacos porque el virus afecta a las células cardiacas o miocitos, y producen cuadros de miocarditis (inflamación del tejido muscular cardiaco) que puede manifestarse como dolor de pecho, arritmias...", señala Armengol.
"Hemos visto también infecciones respiratorias sin llegar a presentar cuadros de neumonía bilateral como los que vimos en el pico. Pueden manifestarse por dolores de pecho en los costados. Y en ocasiones cuadros respiratorios con alguna imagen en la radiografía que probablemente te indique cola (final de proceso) de la infección pasada. Y también se pueden ver cuadros de enfermedad tromboembólica venosa, en las piernas o en los pulmones, como complicación tardía de un paciente que presentó un cuadro normalmente que requirió ingreso previo", añade el presidente de la SEMES.
"Estos cuadros, en general no necesariamente requieren ingreso, y no siempre presentan una PCR (reacción en cadena de la polimerasa, diagnóstico del virus). Es mucho más frecuente el ingreso de pacientes por otro motivo en los que se realiza PCR previa al ingreso, y se encuentra el positivo, sin que la patología de base esté relacionado con esto", asegura.
¿Qué secuelas puede producir este coronavirus? "Las secuelas más importantes son las pulmonares. Los cuadros de neumonías graves que vimos sobre todo en el pico de la pandemia implicaron reacciones inflamatorias importantes en el tejido pulmonar. Es y será importante comprobar el grado de rigidez o fibrosis que queda como secuela. Para esto se necesita tiempo, teniendo en cuenta que la función pulmonar depende de varios factores", explica el experto.
"Anosmia (insensibilidad a los olores) y/o ageusia (pérdida del sabor), que puede ser síntoma o secuela, pueden durar unas cuantas semanas. En casos muy graves y posiblemente, por varios factores, cierto grado de encefalopatía con pérdida de memoria se viene describiendo también. En los casos que han cursados con arritmias del tipo de bloqueos cardiacos pueden requerir la colocación de marcapasos, con su correspondiente seguimiento", precisa Armengol.
Un informe publicado recientemente por SEMI apunta a que uno de cada cinco hospitalizados por coronavirus ha fallecido. El estudio, además, asegura que un 85,7% de pacientes por coronavirus ha requerido hidroxicloroquina –un fármaco por el que ha sido criticado Donald Trump, pero que apoyan otros expertos para casos leves–.
"En cuanto al porcentaje de mortalidad, pues es cierto. Nuestra serie del Hospital Clínico San Carlos es parecido. Normalmente se concentra en más en mayores de 75 años, y mucho más en mayores de 85, normalmente con patologías previas de base. De todas formas, estamos hablando de cifras de mortalidad en pacientes ingresados. El porcentaje de mortalidad respecto al número total de contagios se encuentra alrededor del 1%", aclara el presidente de la SEMES.
"En lo referente a la hidroxicloroquina, es cierto que la hemos utilizado mucho y con un perfil de seguridad subjetivo bueno en nuestra experiencia. Sin embargo, el estudio comunicado en The Lancet es bastante contundente. Es una serie de casi 100.000 pacientes en casi 700 hospitales, dentro de uno de los brazos del estudio promocionado por la OMS. Midieron el efecto de la Cloroquina, la hidroxicloroquina, solas o en combinación con otro fármaco de la familia de los macrólidos, como la azitromicina, y comparado con otro grupo placebo (no tomaban medicación, este grupo era de 81.000 pacientes)", destaca.
"Todos ellos, pacientes hospitalizados, por definición, graves o muy graves, y una media de edad de 53 años en hombres y 43 en mujeres, todos ellos con insuficiencia respiratoria aguda grave por coronavirus. Metiendo comorbilidades y variables parecidas en todos los grupos se comprobó un aumento de la mortalidad en todos los grupos comparados con el grupo placebo. Esto ha originado que se interrumpiera este brazo del estudio de la OMS. Probablemente se necesitan más estudios sobre este fármaco o enfocarlo en perfiles diferentes de pacientes, quizá menos graves", asegura Armengol.
¿Qué importancia tiene conocer la inmunidad? Según comentó el doctor Pleguezuelo, del hospital 12 de Octubre, sería muy interesante conocer cuál puede ser la correlación entre la inmunidad celular, específica para este virus, y las manifestaciones clínicas. De esta manera se podría aumentar la anticipación de las secuelas como los trombos.
"Hay evidencia cada vez mayor de que desarrollamos inmunidad humoral con la producción de anticuerpos que producen defensa efectiva, aún incluso presentando PCR de virus positivas que probablemente no impliquen que el individuo infecte. Y hay evidencia de que esos títulos de anticuerpos se asocian a la producción de inmunidad celular de tipo T. Esto es interesante para intentar conocer mejor la patogénesis especialmente en pacientes muy graves. Y tiene implicaciones también en el posible desarrollo de vacunas. Hay estudios en marcha que definirán mejor con el tiempo el conjunto de la respuesta inmunitaria (humoral y/o celular) frente al virus. Y el tiempo nos irá diciendo también la duración de esta inmunidad", comenta el experto.
Un artículo de The New York Times recogió las impresiones de varios expertos que aseguraban que los trombos en los pies podrían ser una respuesta positiva hacia el virus ¿Es esto cierto? "Parece que se están viendo lesiones parecidas a sabañones que traducen microtrombos en extremidades distales, normalmente los pies, y hay quien sugiere que pueden ser síntoma guía que implique que se realice la prueba de coronavirus. A medida que haya más evidencia es posible que pueda ser un síntoma de presentación o un signo que acompañe al cuadro", señala Armengol.
"Lo que sí hemos visto en pacientes muy graves, en las UCI, sobre todo, son trombos arteriales distales seguidos de gangrenas que han significado o implicado amputaciones. Cada vez hay más evidencia de la asociación de este virus, y/o de la reacción inflamatoria frente a este virus, a fenómenos trombóticos venosos, como dijimos antes, pero también arteriales. Que vayan bien en pacientes más leves no significa que sean señal de respuesta positiva al virus", apunta.
La afluencia en piscinas y playas puede acarrear riesgos, algo a tener muy en cuenta este verano. "El agua de las piscinas con su tratamiento de cloración no se asocia a mayor contagio. Igualmente se aplica al agua del mar. El riesgo de contagio se produce si no se mantiene la debida distancia física. La evolución de la epidemia está siendo buena en la actualidad en España. Hay que vivir sin miedo pero sí con respeto al virus y con mucha responsabilidad, porque el riesgo de brote y de pico de pandemia existe", garantiza.
"Es importantísimo, estemos en la fase que estemos, en tanto en cuanto no exista inmunidad de grupo con una vacuna efectiva, que mantengamos esa responsabilidad, la distancia física, los métodos de barrera (mascarillas), la higiene y que exista un adecuado sistema de detección precoz de posibles focos en origen, para sofocarlos rápido, aislarlos y evitar otro brote epidémico. Y evitar concentraciones que hagan imposible la distancia física", añade.
"Todo esto es lo más importante y lo que permitirá normalizar nuestra vida en todos los sectores. Hay que sacar entre todos a España adelante. Se trata de continuar con el enorme espíritu de solidaridad que se produjo con el confinamiento duro y muy disciplinado de la población durante el pico, pero de otra manera, disfrutando de nuestra libertad de forma responsable y ayudando a salir adelante a todos los sectores de la sociedad, porque seguimos dependiendo todos de todos", asevera Armengol.
Varios países, como Corea del Sur o Alemania, ya han vivido episodios de rebrote por coronavirus. España ya comienza a notar este fenómeno en algunas zonas, como Ceuta, Lleida o Tenerife, donde la falta de medidas de prevención (como mayor causa), han provocado un aumento de casos, tal y como señaló el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
"Existe el riesgo, y ocurrirán. Lo importante es tener un buen sistema de detección y comunicación precoz de posibles brotes y sofocarlos o actuar en origen, para que no se extiendan. En eso estamos todo el sistema sanitario y, en mi opinión, en eso se irá implicando toda la sociedad en su conjunto, a medida que ganemos en capacidad logística. Hasta ahora la respuesta a esos posibles focos ha sido buena. Eso indica que vamos por el buen camino", afirma.
¿Seguimos en peligro? "Sí, pero hay que saberlo, asumirlo y vivir con ello, aplicando lo dicho anteriormente. Aunque se vean esas imágenes, pensemos que una mayoría de la sociedad sí se comporta de forma responsable. En este sentido los medios de comunicación jugáis un papel indispensable. De hecho lo habéis hecho desde el principio. Yo soy optimista en todos los sentidos, porque sabemos cuál es el camino y porque, si lo hacemos bien, sin cansarnos de repetir lo que hay que repetir, saldremos adelante", concluye.