¿Cuántos tipos hay? ¿Tienen efectos secundarios?: analizamos todo lo que hay que saber sobre los antidepresivos
300 millones de personas en el mundo padecen depresión, y en aquellos casos más graves se recomienda el tratamiento farmacológico, pero siempre combinado con terapia psicológica
Los antidepresivos son fármacos utilizados para tratar trastornos depresivos, pero también para casos de bulimia nerviosa, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno límite de la personalidad
Analizamos todos sus efectos secundarios y los estudios sobre su eficacia: ¿Cuándo se deben utilizar? ¿Son suficiente o es necesaria terapia psicológica? ¿Afectan al peso o a nuestro apetito sexual?
La salud mental es un terreno inexplorado rodeado de mitos y desinformación, pero nadie está exento de padecer un trastorno psicológico en algún momento de su vida. Probablemente lo hayas vivido, o quizá alguien cercano a ti, y conocerás de primera mano el miedo a lo que los demás puedan pensar, la sensación de que nadie te va a entender, la rabia al toparte con un mal profesional, o la opinión de terceras personas respecto a tu tratamiento. En definitiva, todos tienen una opinión, mientras tú estás en medio de una vorágine de emociones sin saber muy bien a quién escuchar.
En el terreno de la depresión, un problema de salud que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, uno de los mayores miedos es tener que consumir antidepresivos. Pero, ¿por qué asustan tanto estos fármacos?
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Al preguntar a varios jóvenes de entre 20 y 30 años con depresión grave por su opinión sobre los antidepresivos, la respuesta generalizada ha sido idéntica: rechazo.
Cristina, de 24 años, confiesa sentirse aterrada de que su personalidad pueda cambiar. “Yo no quiero convertirme en un zombi o quedarme atontada”.
“Me dan pánico los efectos secundarios”, afirma César, de 27 años. “Un amigo me ha dicho que él los tomo y que le costaba muchísimo concentrarse, y que además perdió memoria. Yo no quiero que me pase eso”.
Para Laura, de 22 años, son la última opción. “Si estoy mal, pero en plan muy mal, los tomaré. Si no, prefiero otras opciones”.
Antidepresivos: ¿qué son y cuándo se recomiendan?
Los antidepresivos son una familia de medicamentos cuyo uso principal es tratar trastornos depresivos, pero no es el único. También se pueden utilizar en ciertos casos de bulimia nerviosa, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno límite de la personalidad.
Si bien su popularidad está en aumento, habiendo aumentado un 15% su consumo a raíz del confinamiento según el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, solo están recomendados para depresiones severas y siempre combinándose con terapia psicológica. En otras palabras, cada caso es un mundo y no todas las personas se benefician igual de los antidepresivos, pero quienes sí los necesitan deben dejarse guiar por su psiquiatra y confiar en el beneficio de estos fármacos.
Tipos de antidepresivos
Para conocer a fondo los antidepresivos debemos saber que hay muchos tipos.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Son los más habituales, ya que presentan menos efectos secundarios.
Funcionan evitando que nuestras neuronas recolecten la serotonina demasiado pronto, una sustancia que viaja por el cerebro y que se asocia al equilibrio emocional. En consecuencia, producen un pequeño exceso de serotonina y nuestras neuronas la aprovechan al máximo.
Este exceso es el responsable de que las dos primeras semanas de tratamiento se produzcan efectos secundarios y que no notemos beneficios. Nuestro cuerpo tarda un poco en habituarse, pero no significa que el antidepresivo no funcione.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (ISRN)
Actúan como los anteriores, pero actuando sobre la noradrenalina, otra sustancia cerebral.
Aunque son un poco menos potentes que los ISRS, presentan menos efectos secundarios sobre todo en el terreno sexual. Son muy prometedores y cada vez se utilizan más.
- Antidepresivos tricíclicos
Se llaman así porque en su estructura química hay tres anillos, y actúan evitando que nuestras neuronas recolecten serotonina, pero también noradrenalina y otras sustancias de manera no selectiva.
Se utilizan para depresiones muy graves, ya que pueden presentar más efectos secundarios, y en algunos casos de trastorno bipolar.
Hay otros antidepresivos que no son tan comunes, pero que cada vez están utilizándose más. No debemos olvidar que la psicofarmacología es una ciencia muy reciente y en constante evolución. Por eso siempre aparecen nuevos medicamentos que intentan ser tan eficaces como sus predecesores, pero sin presentar tantos efectos secundarios.
Los efectos secundarios de los antidepresivos
Sin duda lo que más preocupa a las personas cuyo psiquiatra ha recetado antidepresivos son los efectos secundarios, pero, ¿cuáles son?
Los efectos secundarios más habituales de los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina), que son los antidepresivos más utilizados, son:
- Menos apetito y disminución de peso.
- Sensación de nerviosismo o ansiedad leve.
- Disminución del deseo sexual y retraso del orgasmo.
- Diarrea o estreñimiento.
- Ligero dolor muscular y articular.
- Cansancio.
- Insomnio y pesadillas.
- Boca seca.
- Mayor sudoración.
- Sensación de mareo al hacer esfuerzos grandes.
Normalmente estos síntomas aparecen al principio del tratamiento y de forma muy leve, pero si se mantienen en el tiempo lo ideal es pedirle a tu psiquiatra que valore otro antidepresivo. Puede ser desmotivador cambiar de fármaco y no encontrar el ideal, pero la salud mental en ocasiones se basa en el ensayo y error.
Lo que nunca debes hacer es dejar el tratamiento por tu cuenta. Es importante que confíes en tu psiquiatra al igual que confías en tu psicólogo. Si algo no te va bien, cuéntaselo con sinceridad, incluso si el problema es relativo a algún tema íntimo como la sexualidad. Hay antidepresivos que a algunas personas le provocan problemas de erección, de lubricación o para alcanzar el orgasmo, y otros que no presentan estos efectos secundarios. Por eso debes ser sincero y dejarte asesorar, en vez de sufrir en silencio.
¿Son eficaces los antidepresivos?
Para analizar la eficacia de estos fármacos, la revista médica The Lancet aprobados por las agencias reguladoras en Europa, Estados Unidos y Japón. Encontraron que todos ellos eran más eficaces que el placebo, reduciendo los síntomas de depresión grave en un 50% tras ocho semanas de tratamiento, especialmente al combinarse con terapia psicológica.
De todos los antidepresivos, los que mayores tasas de eficacia y menores tasas de abandono presentaron fueron escitalopram, paroxetina y sertralina, todos ellos ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) muy utilizados en España y en otros países de la Unión Europea.
Como vemos, son eficaces y seguros para depresiones graves, pero siempre deben ser recetados por un médico especializado en psiquiatría. Al igual que no debes dejar de tomar antidepresivos por tu cuenta, tampoco debes automedicarte.