Andorra, un pequeño pueblo de Teruel, vuelve a la fase 2. En solo tres días se han registrado 65 positivos por coronavirus, y con apenas unos 7.000 habitantes, hay transmisión comunitaria y habrá más positivos cuando salgan los resultados de las últimas pruebas PCR. Por el momento, ya hay más de 80 entre 250 vecinos que permanecen en cuarentena en su casa.
Desde las 00:00 se aplicará el confinamiento perimetral a todo el pueblo. Solo se podrá salir con justificante sanitario, educativo o laboral.
Mientras, en San Roque, un pueblo cántabro mucho más pequeño, de apenas 350 habitantes, un vecino de cada 20 ha sido contagiado. Por eso, han decidido autoconfinarse.
“Es un pueblo fantasma”, dice un residente.
Su belleza lo hace atractivo de visitar, y por eso precisamente echan la culpa de todo a los turistas de este verano: “Ha habido más gente de fuera que nunca”.
Por su parte, en Munguía, municipio de Vizcaya, hay cuatro focos importantes: un bar, un colegio cerrado, una residencia con 50 positivos, –ninguno grave–, y un cuartel con 60 soldados aislados.