"Fue aterrador al principio. Estaba un día en la ducha y de repente tenía puñados de pelo en mis manos. Me dije, 'Dios mío, ¿me estoy quedando calva?' Fue de esas veces en mi vida en las que estaba literalmente temblando de miedo”. La alopecia que sufre la esposa de Will Smith, con el que mantiene una relación abierta, es provocada por una enfermedad autoinmune. "Voy a cortarme todo hasta dejar ver el cuero cabelludo para que nadie piense que me he sometido a una cirugía cerebral, o algo así. Esta alopecia y yo seremos amigas... ¡Punto!", escribió Jada Pinkett Smith en las redes sociales antes de que su marido pegara un tortazo a Chris Rock, en plena ceremonia de los Oscar por bromear sobre su calvicie.
Jada Pinkett ha sufrido con su alopecia. "Ahora, en este punto, solo puedo reírme", dijo Pinkett Smith en un video de Instagram. "Todos ustedes saben que he estado luchando contra la alopecia y de repente un día, miren esta línea aquí mismo. Mira eso. Así que simplemente apareció así y esto va a ser un poco más difícil de ocultar para mí. Así que pensé que lo compartiría".
La alopecia debida a una enfermedad autoinmune que padece Jada Pinkett, la mujer del actor Will Smith, podría curarse teniendo en cuenta el tipo al que pertenezca. Si hablamos de alopecia cicatricial se pueden seguir algunos tratamientos para frenar la caída del pelo y que la alopecia no vaya a más, según ha reconocido el doctor Ramón Vila-Rovira, director y fundador del Instituto del Pelo de la clínica Vila-Rovira.
Dentro de las alopecias cicatriciales hay varias familias, como la alopecia areata (se pierde pelo en forma de placas, pero puede llegar a convertirse en alopecia universal), la alopecia cicatricial fibrosante (se pierde la línea central del cabello, como si fuera una diadema), el liquen plano pilar o los lupus. Todos actúan con forma de presentación diferente, pero tienen un origen autoinmune, "por el que se destruyen los folículos y no vuelven a crecer", ha advertido Vila-Rovira.
En unos primeros estadios la alopecia femenina se podrá frenar gracias a tratamientos médicos (orales, tópicos o infiltrados). Estos permiten disminuir la inflamación del folículo piloso. En cambio, si la enfermedad se encuentra en un estado más agudo, será necesario el uso de corticoides sistémicos e infiltrados y antipalúdicos como hidroxicloroquina o dutasteride. Asimismo, es conveniente realizar tratamientos como mesoterapia capilar o plasma rico en plaquetas, que puede mejorar la inflamación y la atrofia cutánea.