Desde 1974 el agua contaminada ha sido la causa más común de los brotes de enfermedades infecciosas zoonóticas a gran escala, según una nueva investigación del Centro de Ecología de las Enfermedades Infecciosas (CEID) de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos.
Los dos siguientes factores más importantes son los patrones climáticos inusuales y los cambios en la abundancia de vectores de enfermedades, como los mosquitos y las garrapatas.
Las enfermedades zoonóticas se producen cuando los patógenos se transmiten de los animales a los seres humanos; entre los brotes recientes más importantes se encuentran la fiebre hemorrágica del Ébola y el covid-19. Sin embargo, la mayoría de los brotes de enfermedades zoonóticas implican menos de 100 casos y se controlan rápidamente.
En un estudio publicado en la revista 'Philosophical Transactions B de la Royal Society', los investigadores analizaron más de 4.400 brotes de enfermedades infecciosas zoonóticas. Identificaron los 100 mayores en términos de número de casos humanos, todos los cuales infectaron a miles o cientos de miles de personas.
De la lista completa también seleccionaron 200 brotes al azar para que sirvieran de "casos de control". La mayoría de estos brotes de control incluían 43 casos o menos. A continuación, compararon las características de los brotes a gran escala y los de control, en particular cómo variaban las causas principales de la infección y la propagación de la enfermedad entre ellos.
El autor principal, Patrick Stephens, investigador científico asociado de la Escuela Odum de Ecología y del CEID, asegura que esta investigación es uno de los primeros estudios revisados por pares que cuantifican la variación de los factores que impulsan los brotes de enfermedades infecciosas en todo el mundo.
"En la era del covid-19, es comprensible que mucha gente no se dé cuenta de que muchos brotes de otras enfermedades infecciosas están causados por condiciones ecológicas y socioeconómicas complejas e interrelacionadas --explica--. Sabemos que factores como la exposición a mamíferos salvajes, la alteración del hábitat, el comercio y los viajes internacionales y el contacto con alimentos y agua contaminados son consideraciones importantes".
Según destaca, su investigación se diseñó para entender a qué proporción de brotes contribuyeron los distintos factores. "Hasta donde sabemos, este estudio es el primero en hacerlo para una muestra global de brotes de muchas enfermedades", resalta.
Stephens trabajó con los investigadores del CEID Nicole Gottdenker, de la Facultad de Veterinaria, y John Drake, Annakate Schatz y John Paul Schmidt, de la Escuela Odum, para recopilar una lista de enfermedades infecciosas zoonóticas contemporáneas documentadas en la literatura científica revisada por pares. Identificaron y puntuaron 48 impulsores específicos de enfermedades infecciosas relacionados con los brotes a gran escala y de control en categorías ecológicas, ambientales y socioeconómicas.
Tanto los brotes a gran escala como los de control se asociaron a la contaminación del agua, que fue el impulsor más común de los grandes brotes y el segundo impulsor más común de los brotes de control más pequeños. Algunos ejemplos de estas enfermedades asociadas al agua son la hepatitis E, la fiebre tifoidea y la shigelosis (disentería). Sin embargo, el resto de los impulsores fueron diferentes.
Además de la contaminación del agua, los grandes brotes se asociaron con mayor frecuencia a patrones climáticos inusuales, cambios en la abundancia de vectores -portadores de enfermedades como mosquitos o garrapatas- y la gestión de las aguas residuales.
Los grandes brotes también eran mucho más propensos a ser causados por patógenos virales como el coronavirus del SARS, el virus de la gripe y el virus de la encefalitis japonesa que los brotes más pequeños. Los típicos brotes más pequeños estaban asociados a la contaminación de los alimentos, la producción ganadera local y el contacto entre humanos y animales. Por último, los grandes brotes individuales tendían a estar impulsados por una mayor variedad de factores que los brotes de control.
"Todavía queda mucho trabajo por hacer para entender cómo se pueden evitar y controlar los brotes de enfermedades infecciosas a gran escala --señala Stephens--. Se espera que quizás dos tercios de los futuros brotes de enfermedades infecciosas sean causados por patógenos zoonóticos, y el número de estas enfermedades está creciendo en todo el mundo. Nuestra investigación es un primer paso extremadamente importante para comprender mejor la variación global de los factores que impulsan los brotes".