Ahora que en España podemos, tanto en la fase 0 como en la fase 1, salir a pasear o hacer deporte a la calle durante un determinado periodo de tiempo, hay que tener en cuenta, además del índice de contagios por coronavirus, otro factor: las alergias; sobre todo cuando éstas generan cuadros de insuficiencia respiratoria de alto nivel.
La mayoría de la población está saliendo a correr al aire libre, pues es el deporte individual autorizado por excelencia, aunque también se pueden practicar otros ejercicios como la bicicleta, los patines o el surf en las privilegiadas zonas de playa.
Sin embargo, dado que la desescalada ha comenzado en pleno mayo y que éste es un mes en el que polinizan mucha plantas: “desde las gramíneas y malezas hasta diversos tipos de árboles como el olivo o la encina”, según define el alergólogo Pedro Ojeda, es momento delicado para el desconfinamiento de los pacientes con asma ligada a pólenes u hongos ambientales (no tanto para los afectados de asma intrínseca o por ácaros interiores). Este mismo experto ha dado a Infromativos Telecinco una serie de consejos a la hora de afrontar la vuelta al exterior:
“Por lo general, la carrera, ya sea al aire libre o en un recinto cerrado, es de los deportes que con mayor facilidad generan crisis de asma y, por tanto, a las personas con asma les solemos recomendar que elijan otros deportes alternativos como la natación. En cualquier caso, si el paciente opta por correr, el que lo haga al aire libre o no dependerá del tipo de asma que tenga y de la época del año en que esté. No es lo mismo un asma intrínseca (sin factor alergénico conocido) o un asma por alergia a ácaros (alérgeno de interior) que un asma debida a alergia a pólenes o a hongos ambientales. En estos últimos casos, el paciente debe saber a qué tipo de pólenes está sensibilizado, cuáles son las épocas de polinización de estas plantas y por tanto evitar realizar ejercicio físico al aire libre en esos meses”, aclara el doctor.
El Gobierno no impuso el uso generalizado de las mascarillas en las calles por razones médicas, pues hay ciudadanos con enfermedades respiratorias que pueden agobiarse o tener una sensación fuerte de ahogo al llevar dichas pantallas. Sin embargo, el responsable de la comunicación de la SEAIC sí las aconseja (aunque no sean obligatorias) en el caso de que el asma vaya ligada a un alérgeno:
“Se recomienda que las personas que tengan un asma de moderada a grave por alergia a pólenes sí lleven una mascarilla de tipo FFp2 en todo momento que vayan a estar al aire libre, no así cuando permanezcan dentro de edificaciones. En los casos de pacientes con asma leve, la recomendación no es tan fuerte pero sí que les puede ayudar, igualmente, a mitigar la respuesta asmática de sus bronquios”.
Ya que este sábado el Ministro de Sanidad anunciará qué provincias y/o comunidades pasarán a la fase 1 de la desescalada y la movilidad será mayor, estas son algunas de las indicaciones que deben seguir los alérgicos, válidas para cualquier otro año y situación:
El confinamiento, que se inició en España el pasado 14 de marzo y que, con mayores o menores medidas de alivio, ser acerca ya a los 60 días, ha tenido un impacto brutal no sólo en la expansión del COVID-19, sino en la recuperación del medio ambiente. Ecologistas en acción publicaba un informe en el que se estima que, debido a la reducción de la movilidad ciudadana y del tráfico de vehículos, los niveles de contaminación por NO2 registrados en nuestro país han sido los más bajos de los últimos diez años.
La calidad del aire ha mejorado en las 26 ciudades analizadas y esto es una buena noticia para las personas que ven agravada su alergia primaveral por la contaminación. Éste es un buen dato para los pacientes con tales enfermedades respiratorias crónica, pues el aire limpio reduce las inflamaciones del tracto respiratorio e incluso, los problemas cardiovasculares que puede llegar a provocar la suciedad ambiental. Sin embargo, aunque esta reducción mejore la calidad de vida de las personas (y animales, sin duda), no se debe bajar la guardia en las medidas de protección y, especialmente, en un momento tan delicado como éste.