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Llevamos meses rodeados de estornudos, toses... Está siendo un invierno con mucho virus respiratorio suelto que, en muchos casos, es un simple catarro que se alarga demasiado en el tiempo, pero todo tiene una explicación.
Los virus respiratorios leves se complican este año. “Procesos tan largos como los que estamos viendo ahora no los hemos encontrado en los últimos años”, apunta Lorenzo Armenteros, portavoz de Médicos de Familia.
“Se inician como procesos víricos y, finalmente, se complican como procesos respiratorios bacterianos”, explica sobre estos proceso que acaban como bronquitis, sinusitis, faringitis, laringitis… con toses que no se van y antibióticos que no siempre funcionan.
“Muchos de los antibióticos de corta duración que solamente duran tres días en la mayoría de los casos no son efectivos, pero es porque se pueden haber utilizado antibióticos no indicados”, señala Armenteros.
Como consecuencia, acumulamos fármacos, probamos varios y visitamos al médico una y otra vez, porque “actualmente, con un proceso respiratorio, la mayoría de las personas necesita tres consultas médicas”, algo que “no es nada habitual”.
Lo que otros años era un simple catarro, cuatro o cinco días, ahora está durando meses y para entenderlo hay que mirar el coronavirus, ya que “nos ha dejado inmunitariamente con una menor defensa ante cualquier otra infección respiratoria, mucho más sensibles a sobreinfecciones bacterianas”.
Así, estos virus, que antes eran banales, ahora no lo son tanto. Y no acabarán hasta que “finalice el frío”, porque “el frío y la humedad es el mejor caldo de cultivo para los procesos respiratorios”.
Por tanto, nos quedan virus para rato, no desesperen. “En este tipo de patologías solemos recomendar paciencia”, dice Armenteros.
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