El paso del tiempo implica el envejecimiento de todas las parte de nuestro cuerpo. Nuestra boca no se libra, y según mantiene el doctor de Medicina y Cirugía, Veterinario y Odontología, y presidente de la Sociedad Española de Gerodontología (SEGER), el doctor José María Martínez-González, "el proceso de envejecimiento de la boca y de todos sus componentes suele ser lento, cuando no hay enfermedades, aunque progresivo afectando a todas sus estructuras".

En una entrevista con Europa Press Infosalus, el experto ha afirmado que las mucosas que recubren la cavidad bucal se vuelven menos elásticas según pasan los años. Además de que sufra su coloración, hay una tendencia a sufrir caries en los cuellos dentarios.

Entre otras cosas, el doctor señala que el "hueso maxilar y la mandíbula pueden verse afectados por la reabsorción ósea, lo que también contribuye a la pérdida de soporte de los dientes". De hecho, también afirma que "los músculos masticatorios pueden perder parte de su masa muscular y fuerza haciendo movimientos masticatorios para poder preparar adecuadamente los alimentos".

Otra de las consecuencias que tiene el paso de los años es la sequedad de la boca, que según el doctor, resulta muy desagradable para las personas. "Todos estos cambios, que son inherentes al envejecimiento, pueden verse agravados por una serie de circunstancias, cuya consecuencia será una mayor afectación del estado de salud bucodental", añade.

Los principales problemas que sufren las personas mayores en este sentido son: las caries, la gingivitis, la periodontitis, la boca seca, y aunque con menor frecuencia.

"Las caries son consecuencia de la falta de higiene que, junto al desgaste y a la falta de protección de los cuellos dentarios que quedan expuestos, hace que los dientes sean más vulnerables", asegura como otro de los principales derivados.

Martínez-González afirma que los tejidos que soportan al diente, es decir, la encía y el periodonto, pueden verse afectados por la falta de higiene. Sin embargo, hay casos en los que el componente genético influye aún más: "Las consecuencias son el dolor o la inflamación, y el mal sabor de boca, o la movilidad de los dientes y su posible pérdida por afectación del soporte del diente".

En cuanto a la sensación de boca seca, el doctor indica que la interrelación que tiene con el consumo de algunos fármacos es más que evidente. A su vez, hace otra relación al cáncer bucal y afirma que es de vital importancia detectarlo pronto: "Inicialmente, puede aparecer como una pequeña lesión que no duele por lo que es fundamental la revisión periódica por parte de un especialista". Martínez-González aconseja practicar "siempre una biopsia" ante este tipo de casos.

En este contexto, el presidente de SEGER destaca que una buena salud tiene repercusión en la calidad de vida de las personas.

Asimismo, ya hay pruebas científicas que relacionan las enfermedades bucales con otras de afectación más general. Un ejemplo de ello, según el doctor, es la periodontitis y su relación con enfermedades como la diabetes o las enfermedades degenerativas como el Parkinson o la demencia. "Una buena prevención en el desarrollo de esta afección bucal puede contribuir a la disminución o al retraso evolutivo de estas afecciones", detalla.

No es de menos destacar que el ámbito psicológico y la salud mental debido a estas afecciones ha llevado a algunas personas a dañarles la autoestima o derivándoles a un aislamiento social.

El doctor ha aconsejado que el "mejor tratamiento es una buena prevención", aunque ha añadido algunas pautas:

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