El síndrome de la cabeza explosiva es un fenómeno que ocurre durante el sueño y quienes lo padecen notan un sonido, habitualmente como una explosión o trueno, o como una puerta que se cierra (puede variar); "sobre todo es intenso, súbito, y rápido; no es mantenido, y puede durar en el mejor de los casos pocos segundos", explica el doctor García-Borreguero, neurólogo y director del Instituto del Sueño Internacional (Madrid).
Es un golpe de algo que quien lo nota lo recibe dentro de su cabeza, lo oye como tal, y al mismo tiempo le despierta con una sensación de sobresalto y de miedo enorme, según prosigue este especialista en una entrevista con Europa Press Infosalus. Precisa que es más común en mujeres de mediana edad (30-40 años), y luego también empieza a manifestarse en la adolescencia.
"El paciente se da cuenta de que no ha sucedido fuera de su cabeza, sino que piensan que les ha pasado algo dentro de su cerebro, como un tumor o un accidente cerebrovascular, o un fenómeno que ha estallado en el interior de su cerebro, y obviamente esto les alarma", resalta.
Con frecuencia va unido también a sensaciones visuales, a una intensa iluminación, por ejemplo, ven luces de repente, por ejemplo, tal y como indica este neurólogo; un fenómeno que apenas dura unos segundos y que es repentino, según insiste. "Quien padece este problema se despierta como resultado de ello y con una gran sensación de ansiedad", asegura el doctor García-Borreguero.
Asimismo, este experto subraya que el síndrome de la cabeza explosiva, al que también se le llama 'shock episódico craneal', puede suceder más de una vez, más de una vez en una misma semana; aunque reconoce que la frecuencia puede variar según la persona. "Tiene como principal consecuencia que a la persona le despierta en una situación de shock y de ansiedad, se suele acompañar a veces de insomnio, o de parálisis del sueño; y se da con algo más frecuencia con las mujeres que en los hombres", agrega.
Es más frecuente de lo que parece porque la persona que lo padece tiene miedo de que le tachen de loco porque, como saben que es algo figurado, y que sólo ellos lo han oído, tienen miedo y se suele reportar poco, sostiene este especialista y director del Instituto del Sueño Internacional.
"Como consecuencia da lugar a insomnio, y a su vez, las personas con insomnio tienen este tipo de parasomnia con frecuencia, pero su aparición genera aún más insomnio. La persona tiene miedo a dormir porque sabe que en la iniciación del sueño es más probable que se produzca; o bien en la transición de la vigilia al sueño ligero", apunta.
Generalmente, no tiene grandes consecuencias, reconoce García-Borreguero, y el pronóstico suele ser bueno, con el tiempo; es decir, que va disminuyendo de frecuencia hasta prácticamente desaparecer; y como mucho producir el insomnio que hemos mencionado.
No existe gran literatura sobre él, sí descripción de casos, tal y como apunta. De todas formas, se considera que la prevalencia de este cuadro es de alrededor del 10% de la población, que lo han experimentado en algún momento. "Entre las personas con patologías mentales quizá es un poco más elevado, 13-14%, pero se estima en estudios hechos mediante cuestionario que, alrededor del 10% de la población ha tenido este síndrome. Es más común de lo que se piensa", sostiene el doctor.
Suele producirse en situaciones de insomnio previo, pero también en personas con situaciones de incremento de estrés, manifiesta este neurólogo; si bien reconoce que no se sabe bien la causa, el mecanismo por el que se produce este síndrome.
La teoría más en boga, según prosigue, es que hay que tener en cuenta que cuando iniciamos el sueño los sistemas que en el cerebro están encargados de mantener la vigilia se desactivan, y con ello, desactivan también determinadas estructuras en la corteza cerebral que de por sí son propias de la vigilia, entre ellas la corteza auditiva, encargada de descifrar las señales auditivas; y esto en el fondo es lo que hace que procesemos e identifiquemos los diferentes sonidos.
"Entonces en las personas que padecen de este síndrome lo que se estaría produciendo es una desactivación de estas zonas de la corteza un poco diferida. Se inicia el sueño y esa desactivación se produce más tarde y puede dar lugar, ya iniciado el sueño, a fenómenos de estimulación espontánea; y se identifica esto como un sonido", describe este doctor.
Lo más importante del diagnóstico del cuadro es diferenciarlo de la cefalea del sueño, en opinión del neurólogo, un síndrome que no se asocia a dolor, pero en el que la persona oye un ruido y percibe ansiedad, pero no dolor.
Generalmente, el síndrome de la cabeza explosiva dice que no necesita tratamiento, pero sí una mejora en las rutinas de sueño: "Sí suele ofrecerse un tratamiento para los factores predisponentes (estrés), y en los casos en los que es muy recurrente se suele hacer un tratamiento. Hay algunos fármacos que se pueden usar para este cuadro con relativamente buen éxito".
Cuando el paciente va al médico hay que hacer una exploración neurológica y asegurar que no hay otra causa, apunta García-Borreguero. Cuando se hace un estudio de sueño éste suele ser en su totalidad normal, con una excepción, y es que se suelen ver a veces excepciones electroencefalográficas, añade.
"Es un síndrome muy molesto, pero que no tiene mayores consecuencias, aunque puede llevar al insomnio porque es un susto que a uno le deja paralizado, como si hubiera una explosión en la cabeza de la persona. De manera que, quienes lo padecen, aunque saben que no es nada, esto les genera cierta ansiedad en el presueño; y esto puede tener también sus consecuencias", concluye.
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