Las corrientes de resaca o de retorno son uno de los mayores factores de riesgo en ahogamientos. De hecho, hasta los más expertos nadadores pueden tener problemas en una de ellas. ¿Habías escuchado hablar de ellas? Realmente no son corrientes marinas como tales, no son continuas, ni permanentes, dependen del momento y la orografía.
En algunas playas pueden predecirse mientras el viento y la marea se mantengan. Sin embargo, algunas son impredecibles. Lo que provoca más ahogamientos y más rescates por parte de los servicios de socorrismo.
En España se llevan contabilizadas hasta el pasado 31 de julio un total de 291 fallecimientos por ahogamiento, de los cuales 93 han sucedido durante el mes de julio (el tercero peor en ahogamientos en los últimos diez años), según los datos recogidos en el Informe Nacional de Ahogamientos (INA).
Por lo tanto, reconocer una corriente de retorno es fundamental para evitarla y disfrutar de un día en el mar sin incidentes. Esto es lo fundamental que debes saber:
Se crean en puntos concretos de la playa, sea por la pendiente pronunciada del fondo, o, en ocasiones, por la confluencia de dos corrientes que discurren en sentido contrario.
Una corriente de resaca se origina en la orilla, con mayor frecuencia en bancos de arena y espigones. Contiene el agua de las olas que ya han roto y se dirige mar adentro en perpendicular a la playa. Cuanto más cerca está de la orilla, más velocidad tiene, y por lo tanto, su fuerza es mayor cuanto mayor es la cantidad de olas y cuando baja la marea.
"Imagina un triángulo con la punta hacia la orilla. En el vértice se inicia la corriente. Son peligrosas por ese efecto de aspiración que te lleva mar adentro con mucha fuerza, tanta que incluso expertos nadadores no pueden remontarlas. Pero sobre todo son peligrosas porque nos ponemos nerviosos y no sabemos cómo actuar", explican M. Ángeles Miranda, auditora de Seguridad Infantil; Rafael García; técnico de emergencias sanitarias, y Pilar Naval; quien ha gestionado una empresa de socorrismo acuático, los tres miembros de la campaña de prevención de ahogamientos #OjOPequealAgua.
En playas donde las corrientes son habituales, los socorristas las marcan con cartelería. "Es habitual que antes de iniciar servicio revisen la playa en busca de ellas. Pero, algunas son imprevisibles por tanto no están señalizadas", indican.
Cuando se forman crean una especie de línea sin borreguitos que va en triángulo de la orilla hacia adentro. "Como orientación para el público en general, aunque parezca lo contrario, es mejor entrar en el agua por donde las rocas hacen espuma (borreguitos), ahí la ola ha roto y no hay una corriente".
Según explican los tres expertos en prevención dé ahogamientos, la forma de salir es sencilla si la conoces y mantienes la calma.
"Si observas a alguien en problemas en una corriente de resaca, avisa al socorrista. No intentes ayudar por ti mismo, podemos tener dos víctimas", avisan.
Y concluyen: "Recuerda que la fuerza de estas corrientes es mayor que la de un experto nadador. Mientras llega la ayuda, grítale la forma de salir, pídele que trate de flotar y que no se agote nadando contra corriente".
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