Que los fármacos para tratar obesidad (y la diabetes) se han popularizado en el mercado no es ninguna novedad, concretamente los agonistas del receptor GLP-1 (semaglutida). Tanto, que los consumidores para conseguirlo, ante los problemas de abastecimiento, coste o para saltar la necesidad de una receta, están buscando otras vías de obtención, como sitios web ilegales que recetan estos medicamentos.
Un artículo publicado en JAMA Network Open, muestra que "los productos de semaglutida se venden activamente sin receta en farmacias ilegales en línea, con vendedores que envían productos no registrados y falsificados".
Lo que supone una de las formas que más riesgo entraña para la obtención de estos productos, según concluyen los investigadores, que pertenecen a la Universidad de San Diego y la Universidad de Pécs (Hungría).
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la OMS avisan de que las farmacias ilegales online operan sin licencias válidas y que los medicamentos vendidos como semaglutida sin receta, representan un riesgo para el paciente, ya que pueden ser ineficaces y peligrosos.
Para detectar estas falsaciones los investigadores han evaluado 1080 hipervínculos, de los cuales 317 (29,35%) correspondían a farmacias en línea. Casi la mitad (134 sitios) pertenecían a operaciones de farmacias ilegales.
Se solicitaron dos plumas precargadas de 0,25 mg por dosis o viales de inyección de semaglutida equivalentes en cada sitio web. Todos los proveedores hicieron referencia a la pérdida de peso y la obesidad en la página de su producto.
Al recibir el producto, los autores utilizaron la lista de verificación de la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) para realizar una inspección visual con el fin de evaluar posibles riesgos de falsificación, en comparación con la original.
Los vendedores de inyecciones de Ozempic participaron en estafas de falta de entrega solicitando pagos adicionales (entre 650 y 1200 dólares estadounidenses) para supuestamente pasar la aduana, que las propias agencias de aduanas confirmaron como fraudulentos. El estudio subraya que el estudio incluyó una muestra limitada de productos probados debido a estafas por falta de entrega.
En la comparativa, el Ozempic original obtuvo los 22 puntos completos en la lista de verificación FIP, mientras que los productos comprados en prueba obtuvieron una puntuación de 8 o 9 con claras discrepancias en la información de registro regulatorio, el etiquetado preciso y la evidencia de que los productos probablemente no estaban registrados o no tenían licencia.
En las pruebas de calidad una muestra tenía una presencia elevada de endotoxina (8,95 UE/mg), lo que indica una posible contaminación, aunque no se detectaron microorganismos viables. Había presencia de semaglutida en todas las muestras, pero con niveles de pureza considerablemente más bajos (7%-14% frente al 99% anunciado).
El contenido de semaglutida medido excedió sustancialmente la cantidad etiquetada en cada muestra entre un 29% y un 39%, lo que significa que los usuarios podrían recibir hasta un 39% más de semaglutida por inyección. Estos factores de riesgo indican una posible falsificación que no cumple con los estándares legítimos de calidad del producto.
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