Los principales motivos de consulta entre los más pequeños en verano: desde quemaduras a alergias

Cuando pensamos en el verano, dos imágenes suelen venir a la mente: por un lado, la alegría de las vacaciones; por otro, el calor sofocante. Mientras los adultos tal vez se queden más con la segunda, los niños no ven ningún inconveniente a esta época del año que está llena de diversión al aire libre, ya sea jugando en el parque, disfrutando de un refrescante chapuzón en la piscina o visitando la playa.

El verano trae consigo un cambio en nuestros hábitos: pasamos más tiempo al aire libre y viajamos más, aprovechando el calor. Sin embargo, es importante recordar que las altas temperaturas, la humedad, la exposición prolongada al sol y las variaciones en la alimentación y el entorno pueden provocar una serie de enfermedades e infecciones en los más pequeños.

Entre los principales motivos de consulta entre los más pequeños se encuentran las quemaduras solares, picaduras, otitis y alergias. ¿Cómo prevenir cada caso?

Otitis

La otitis es una de las enfermedades más comunes entre los más pequeños en verano, causada principalmente por los frecuentes baños en piscinas y en el mar. Sucede por un exceso de humedad, que propicia el crecimiento de determinadas bacterias.

Para evitar los casos de otitis se aconseja secar bien los oídos después de nadar, usar tapones y evitar el uso excesivo de auriculares. En caso de dolor, se debe acudir al servicio de Urgencias por si fuera necesario administrar antiinflamatorios y antibióticos para frenar la evolución.

Quemaduras solares y golpes de calor

Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del calor, por lo que es crucial asegurar una correcta hidratación y protección solar para evitar episodios de deshidratación e insolación.

Para evitar quemaduras solares, es importante aplicar un protector de amplio espectro con SPF 50 cada dos horas, y después de nadar o sudar; así como evitar la exposición durante las horas centrales del día. Si la quemadura no desaparece al cabo de unos días aplicándole hidratación, será necesario acudir al pediatra.

También se puede producir golpes de calor sin haber estado expuesto directamente al sol, pero si a temperaturas altas. Suele manifestarse con sensación de mareo, vómitos, somnolencia, irritabilidad, incluso fiebre. Si se sospecha que el pequeño sufre una insolación, se debe acudir al pediatra.

Picaduras

El verano es la época en la que estamos más expuestos a las picaduras de insectos y de otros animales. Normalmente suelen ser leves, ocasionando enrojecimiento, hinchazón y picazón/escozor de la zona afectada.

Se recomienda usar un repelente de insectos adecuado para niños y revisar su piel regularmente para detectar picaduras o erupciones. En caso de que se perciba una reacción fuera de común es importante acudir al servicio de Urgencias.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es muy común en los niños en la época de verano debido a la exposición a agentes externos como el agua de la piscina o del mar y la arena. Suele presentar picor, irritación de ojos con enrojecimiento y en ocasiones secreción. Es una enfermedad contagiosa, por lo que es importante cuidar la higiene de manos y no compartir toallas.

El tratamiento principal son los lavados con suero fisiológico. En caso de que no remitan los síntomas se recomienda acudir al pediatra para su valoración.

Gastroenteritis

La gastroenteritis es otra de las enfermedades protagonistas en verano. Suele presentar vómitos, diarrea, y en ocasiones fiebre. La causa más común de esta patología son las bacterias presentes en los alimentos en mal estado.

La hidratación y una dieta adecuada es crucial en la recuperación. Para prevenirla, procura que las manos de tu hijo estén limpias, sobre todo después de ir al baño o comer y también que los alimentos conservados adecuadamente.

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