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Vivir en un pueblo de la España vaciada, con una población mayoritariamente envejecida, condiciona la salud visual: El 60% lleva más de dos años sin revisar su visión y el 35,4% más de cinco, y es que el acceso a servicios de calidad es difícil lo que fomenta que un 6% compre gafas de lectura en mercadillos.
Así se desprende del estudio 'La visión en la España vaciada: ¿Afecta el lugar en el que vives al estado de tu visión?" presentado este martes por la asociación de utilidad pública Visión y Vida y el Colegio Oficial de Ópticos Optomestristas de Galicia, que constata que solo el 15% de los vecinos de estos municipios (con una densidad de población inferior a 95 habitantes por kilómetro cuadrado) "cree que ve bien".
El estudio elaborado sobre una muestra de 120 personas de cuatro municipios de la España vaciada (Rinlo y Muras, en la provincia de Lugo, y Avión y Villariño de Conso, en Ourense), constata que tras las revisiones los pacientes reconocen que se han "acostumbrado a ver mal", pero consideran que pueden vivir con su mermada agudeza visual aunque prescindiendo de lecturas y otras acciones.
La prueba piloto realizada confirma que uno de cada tres tienen una agudeza visual inferior al 50 %, la mínima exigida por ley para conducir y pese a llevar una vida rural y de exterior, el 58,4 % no usa gafas de sol.
Entre aquellos que usan gafas de sol, el 21,19 % las usa sin graduar y un 20,34 % graduadas, pero domina la idea de que las gafas de sol son un "accesorio de moda".
La iniciativa, en la que ha colaborado Correos Express y está enmarcada en campaña "Sin perderte de vista", confirma el perfil envejecido de la España vaciada: de la pequeña muestra de vecinos revisado el 70 % tiene 66 años y más, el 23 % está en la franja de 41 a 65 y un 19 % cuenta con más de 81 años. Tres de cada cuatro son mujeres.
Otro de los obstáculos que ponen en relieve los encuestados es la distancia al centro óptico que retrasa las revisiones y la renovación de equipamientos.
Y es que el envejecimiento demográfico, unido a la falta de servicios y la escasez de oportunidades laborales está vaciando los pueblos, y este hecho también está afectando a la visión de los vecinos", explica el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina.
El motivo por el que los vecinos de estas localidades se han acercado a la consulta oftalmológica itinerante es para revisar la visión (46,72 %), por molestias en los ojos (29,52 %) y por la propia campaña (23,77 %).
Los pacientes refieren visión borrosa (23,28 %), mala visión de lejos (20,69 %), cataratas el 7,76 % y lagrimeo o síndrome del ojo seco, 6,03 %. El 41,67 % no tiene antecedentes si bien un 27,38 % padeció cataratas, un 10,7 % glaucoma y un 5,95 %, ceguera.
Finalmente, los organizadores han subrayado que el objetivo es organizar nuevas ediciones de la iniciativa para confirmar que estos resultados obtenidos en Galicia son extrapolables al resto de zonas de baja densidad poblacional.
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